Numinor: La verdadera historia del famoso Cuerno de Chivo

Ángel Agustín Almanza Aguilar

08 / Marzo / 2018

Nos dice Robert Fisk que siempre tuvo la inquietud de saber a ciencia cierta si estaba rostizándose lentamente Mijaíl Timofeyévich Kalashnikov en el infierno, después de fallecido allá cerca de la navidad del 2014. Nos comenta que el tipo –que había dado su nombre al rifle más famoso del mundo, el Automat Kalashnikov 47 (AK-47), fabricado precisamente en 1947– llegó a responderle, ante la pregunta de cómo justificaba toda la sangre que seres humanos derramaban por cortesía de su diabólica invención, lo siguiente: Verá usted, todos esos sentimientos proceden de que uno de los bandos quiere liberarse por medio de las armas. Pero en mi opinión, el bien es el que prevalece; así será después de que yo haya muerto. Y vendrá el tiempo en que mis armas ya no se utilizarán ni serán necesarias.

A sus 94 años aún dirigía la fábrica de esas armas, en la ciudad de Izhevsk, en el centro de Rusia. Refirió que al haber sido herido en una batalla, de Bryansk en 1941, y estando en una cama de un hospital, un paciente compañero suyo le preguntó que por qué los soldados rusos sólo tenían un rifle por cada dos o tres, cuando los alemanes poseían armas automáticas. Ponderando tal cuestión creó la ametralladora arma que hasta fue motivo de nombres a personas, que llegaron a llamarse Kalash.

No es mi culpa –también llegó a enfatizar– que el Kalashnikov se haya vuelto muy conocido en el mundo y usado en muchos lugares donde hay conflicto. Creo que la culpa es de las políticas de esos países, no de los diseñadores de armas. El hombre nació para proteger a su familia, sus hijos, su mujer. Pero, sépase aparte de armamentos, he escrito tres libros en los que trato de educar a nuestros jóvenes para que muestren respeto a su familia, a los acontecimientos, a la historia Uno de esos libros lleva el título de From a Stranger’s Doorstep to the Kremlin Gates.

Una historia que le contó a Robert Fisk era demasiada extraña, y es la de un mayor del ejército saudita que le preguntó si alguna vez se le había ocurrido cambiar de religión, ello puesto que según las normas cristianas, usted es un gran pecador; es responsable de la muerte de miles, incluso decenas de miles en todo el Globo. Desde hace mucho le tienen preparado un lugar en infierno. Pero el Mayor sabía de antemano que aquél era realmente un musulmán y que, como todo héroe, porque la misericordia de Alá es infinita y lo recibiría como tal.

Entonces, por consecuencia, ¿está en el cielo o en el infierno?... Entonces, a la pregunta de Fisk de qué diría Dios en verdad de él cuando muriera, Mijaíl le contestaría: Nos educaron en tal forma que probablemente soy ateo. Pero algo existe.

He aquí la historia del tristemente famoso Cuerno de Chivo.