Hay veces en que

Francisco Javier Nieves Aguilar

24 / Julio / 2018

Lunes de intensa calor., ¡Calor sofocante! Había que trasladarse hasta Santa María del Oro para realizar unos trámites ante el Registro Civil. Se ocupaba el acta de nacimiento de Erick, mi nieto.

A pleno mediodía inicié el trayecto hacia aquella cabecera municipal. En cinco minutos tuve entre mis manos el citado documento; pero después sobrevino un contratiempo producto de la falta de oficio del tesorero Gilberto Arana. Pienso que estuve a punto de que se me desparramara la bilis.

De regreso y mientras manejaba me puse a reflexionar: En ocasiones, todo nos parece carente de recursos En ocasiones, el reloj no se detiene o corre despacio En ocasiones, nos resulta la vida aburrida En ocasiones, todo lo vemos y sentimos en plan negativo.

En ocasiones, algo nos azota y hace encontrarnos mal. En ocasiones, el día nos parece noche En ocasiones, los detalles parecen olvidados En ocasiones, nos sentimos tristes y solos En ocasiones, alguien parece traicionarnos.

En estos casos, me gustaría transmitirte que pese a todo, la vida es preciosa, que el sol alumbra cada día.

Y eso que hoy te resulta penoso, mañana lo verás mejor, pues, cada noche, una estrella te acompaña y está contigo.

Pero, particularmente, me encantaría decirte: Cuando te suceda esto Cuando las fuerzas te empiecen a flaquear, confía; alguien estará ahí para tenderte una mano.

Cuando las nubes no te dejen ver la claridad del sol, apártalas; pues de otra forma, no lograrás ver las estrellas sino la oscuridad de la noche.

Cuando no puedas dormir cada noche, sueña; solo se cumplen aquellos sueños de quienes los tienen.

Cuando alguien te falle sin más, no te detengas; nunca perderás tú, sino él, la vida se encargará de recordárselo.

Cuando tengas un buen amigo, consérvalo; es el mejor regalo, la mayor fortuna que puedes tener, ya que éste, jamás te fallará.

Y no olvides, cada día al levantarte dar gracias por lo que tienes, no por lo que se quedó atrás.

Solo de esta forma, podrás lograr esa paz interior tan deseada, la tuya, y lo que es mejor, la de los tuyos.