CON PRECAUCIÓN: Va en serio el regreso de los trenes de pasajeros en nuestro país

Por Sergio Mejía Cano

10 / Julio / 2025

En la conferencia matutina que ofrece la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, el día de ayer miércoles 09 del presente mes, inició con el tema del regreso de los trenes de pasajeros lo que alegró a ciertos sectores de la sociedad, aunque a otra parte quizás no, sobre todo a los concesionarios del transporte carretero de pasajeros por donde pasarán estos trenes y, posiblemente más, a los transportistas suburbanos.

Sin embargo, lo interesante son los trenes de largo trayecto como los ya contemplados que irán del centro del país hacia las fronteras del norte tanto del lado noreste como del noroeste; Nuevo Laredo y Nogales, respectivamente.

Pero más allá de que el regreso de estos añorados trenes de pasajeros pudieran afectar económicamente a otros transportistas de las carreteras, se debe de tener en cuenta siempre que un país con servicio de este tipo de transporte ferroviario significa progreso y avance para cualquier país, pues no por nada la mayoría, si no es que todos los países del planeta cuentan con su red ferroviaria para el transporte de pasajeros, aparte de los de carga, pues desde siempre, desde su creación, los ferrocarriles han sido considerados como la columna vertebral de todo país para el transporte de mercancías.
Se entiende que estos nuevos trenes de pasajeros serán más modernos que los que corrían antaño por gran parte de nuestro país, pues ahora las locomotoras y coches estarán diseñados para más velocidad, ya que se pretende que la mayoría de estos trenes tendrán una velocidad de 160 a 200 kilómetros por hora; aunque obviamente, hay zonas en donde debido a la topografía del país la velocidad tendrá que ser más reducida.

Por ejemplo, en lo que fue la otrora orgullosa ruta de la costa occidental, el Ferrocarril del Pacífico, absorbido en 1987 por Nacionales de México, de estación Ruiz, Nayarit a Guadalajara, Jalisco, se consideraba como zona de montaña, en donde existen curvas de hasta seis grados, curvas que por fuerza reducen la velocidad considerablemente; además, de que entre Ixtlán, Nayarit y La Quemada, Jalisco, se atraviesa una parte de la Sierra Madre Occidental y, de estación Roseta, Nayarit que está a nivel del Mar, sube a 900 metros en Tepic, Nayarit, y a 1650 en Guadalajara, Jalisco.
Sin embargo, en esta misma conferencia en cuestión, el titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, Andrés Lajous Loaeza, informó que se tiene contemplado la construcción de vías alternas aprovechando el derecho de vía con el que ya se cuenta, con grados de curvatura más amplios para que los trenes de pasajeros puedan desarrollar la velocidad deseada; aunque no en todos los tramos en donde no es viable hacer otra vía en forma paralela a la ya existente.
Y a propósito de zonas de montaña, cuando se aprobó el proyecto para la creación de una vía férrea que iría del puerto de Veracruz a la capital mexicana, allá a mediados del siglo XIX hubo escepticismo en muchos de los políticos de aquel entonces, precisamente por lo montañoso de esa zona del país, incluso se dice que ya cuando los trenes comenzaron con el auge que significaba para el país la construcción de vías férreas, a principios del siglo XX, ya con Porfirio Díaz a la cabeza del país, un político de su séquito comentó en una asamblea que cómo era posible construir más vías férreas en nuestro país erizado de montañas; pero se le demostró que ahí estaba el ejemplo de las cumbres de Maltrata.
Por cierto, el libro que habla de la historia de los ferrocarriles en México en donde leí esta anécdota no lo pude encontrar, pero también ahí dice que cuando Porfirio Díaz comenzó a dar concesiones a diestra y siniestra para la construcción de vías férreas, hubo alguien que soñó con tener una concesión para construir un ferrocarril que recorriera las faldas de los volcanes, Popocatépetl e Iztaccíhuatl, únicamente con fines turísticos; sueño que se truncó cuando le abrieron los ojos de lo que significaban los ferrocarriles.
En 1937 el entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas del Río nacionalizó los ferrocarriles y, en uno de los considerandos del decreto de nacionalización, señala el Tata que se establecía el servicio de trenes de pasajeros para satisfacer las necesidades de transporte para las clases más menesterosas del país.
Y si bien hoy ya son tiempos más modernos, de todos modos, sigue habiendo en nuestro país mucha pobreza, de bajos ingresos económicos, por lo que posiblemente el costo de viaje en tren no será muy caro.
Sea pues. Vale.