NUMINOR: He aquí unos magos (Mateo II, 1-2,9)

Por Agustín Almanza Aguilar

11 / Diciembre / 2015

He aquí unos magos vinieron del oriente diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.


Es lo que se lee en el evangelio de Mateo, aquel recaudador de impuestos, el único que menciona ese asunto de los ‘magos’ pues ya en ningún texto del Nuevo Testamento –vaya ni siquiera el gran Pablo- se habla de tan importante evento. ¡Qué curioso! ¿Algo revelador hay aquí? ¿Qué realidad se oculta?...


Y he aquí la estrella que habían visto en el oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el niño y le adoraron. Y ya nada se supo de esos magos, que se supone eran tres, por lo del número de los regalos. ¿Cuál era su lugar de orígen? No se nos dice que eran ‘reyes’ Ahora, ¿qué clase de ‘estrella’ era esa que los guía –entre todas- y que se detiene en la casa donde está el divino niño?...

Para la iglesia católica-papal ¿Qué se debe entender por ‘magia’? Vamos al tema. Abramos un diccionario católico y busquemos información sobre nuestro asunto: La ejecución, con la ayuda o evocación de espíritus malignos o por medio de ciencias ocultas, de cosas maravillosas que están, real o aparentemente, fuera del poder natural del hombre. La intervención del demonio en estas operaciones es posible si Dios lo permite Este tipo de magia se llama también ‘magia negra’ o hechicería y brujería (abominable a Dios, que prohíbe su consulta: Levítico XIX, 31; Isaías XLIV, 24-25; Gálatas V, 20; Éxodo XXII, 18; Deuteronomio XVIII, 9-14), y el recurrir a ella es pecado Aún recordamos la ‘piadosa’ labor purificadora de la ‘santa’ inquisición


‘Ciencias ocultas’ magia, ocultismo, cábala, espiritismo, astrología, nigromancia, telepatía, alquimia: esoterismo. ¿El cristianismo es una ‘sabiduría oculta y secreta? (véase I Corintios II, 7) Pero, para no vaya haber malas interpretaciones, la teología católica subraya que, en el caso de los magos de la adoración al niño dios, eran realmente ‘sabios’ Porque, ¿qué pensar, por ejemplo, que unos alquimistas, unos esotéricos y ocultistas, hayan reconocido como su Rey a Cristo?... ¡Ah! ¿Verdad?


Pero ojo, un detalle: en el estilóbato de la fachada de la catedral de Notre Damas, en Paris, bajo los arcos, se contemplan muchos símbolos alquímicos, y allí el esoterismo se oculta bajo apariencias sagradas y escenas bíblicas: hubo grandes sabios, entre los maestros antiguos, que no temieron explicar alquímicamente las parábolas de las Sagradas Escrituras, tan susceptible de interpretaciones diversas (Fulcanelli, ‘Misterios de las Catedrales’, pág. 117).

No hay que desechar ipso facto tales posiciones de referencias de estudio, y no hay falta de respeto a las doctrinas de Jesucristo, y, en al aso, han sido más aberrantes y blasfemas las conductas pederastas de la mayoría de pseudo ‘representantes’ de Dios en este mundo, de esos fariseos y comerciantes de la fé.

Como vimos, la iglesia tiene a la magia como satánica, sin embargo disfraza a aquellos magos con el manto de ‘sabios’, lo que es una gran contradicción. Porque eso de aceptar a un Jesucristo como Rey de los Magos’ está muy desconcertante.


Tales magos -¿reyes?- vendrían de Persia, y pertenecían a la religión de Zoroastro, o Zaratustra. Se cree practicaban la astrología, por aquello de la estrella, enigmática estrella. De ella se ha dicho que era el hexagrama, la de los dos triángulos equiláteros unidos, que apuntaban ‘hacia arriba’ y ‘hacia abajo’.

Se ha querido ver en lo ‘esotérico’ todo lo relativo a lo supersticioso, a lo ignorante, a lo perteneciente a las adivinaciones, velas, lecturas de cartas, o de cosas de –precisamente- brujería y hechicería, pero, etimológicamente, ¿qué significado posee tal palabra? Veamos: ‘secreto’, así de sencillo. Lo ‘esotérico’ es lo accesible al vulgo, lo común. El apóstol Pablo ya lo había externado: Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta (sic), la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria.


Feliz ‘navidad’, pues, pero interior, y –hay que recordar- nuestro año nuevo comienza en primavera, que es el ‘verdadero principio’, cuando la naturaleza entera se renueva por el fuego (INRI: ‘Igne Natura Renovatur Integra’).


Garaje: Mi padre me enseñó a ser honesto, no lo voy a defraudar: Roberto Sandoval Castañeda, gobernador del estado, citado por Oscar González Bonilla, en ‘La Guipa’, número 21, octubre 7 de 2015.

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