Imprudente conductora a punto estuvo de dar muerte al agente de tránsito Julio César Virgen

14 / Marzo / 2017

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- La muerte del pequeño Bryan Eduardo, en el poblado de la Presa, al ser arrollado por un motociclista ha sido el detonante para que para que se sigan dando accidentes fatales a causa de atropellamientos como fue el caso del joven indígena que murió tras ser atropellado por una camioneta fantasma en el puente vado del poblado del Botadero.

Y ayer de plano causó la risa de muchos cuando una mujer a punto estuvo de darle muerte de sapo al agente vial Julio César Virgen, cuando este regresaba al parecer procedente del poblado de Villa Hidalgo a esta población a bordo de una motocicleta de la corporación.

Los hechos sucedieron por sobre la carretera la Presa el Papalote, a la altura del bordo del canal de San Isidro, cuando una mujer que fuera identificada con el nombre de Katy Juliana García Trinidad, de quien no se precisa la edad solo que es originaria del poblado del Tizate, sin tomar la precaución del caso, viro la dirección de su camioneta roja, para tomar el bordo del canal de San Isidro, con el afán de llegar precisamente a ese poblado. Lo malo de la conductora de la camioneta, es que no se percató que en sentido contrario venía el agente de tránsito Julio César Virgen, entonando la canción Parece que va a llover el cielo se está nublando/ parece que va a llover hay mamaaaa pinche vieja loca me quiere matar. Lo anterior fue porque la mujer prácticamente se le atravesó a su paso, por lo que el agente de tránsito, en una maniobra desesperada no tuvo de otra que arrojarse al pavimento, mientras que la motocicleta derrapando se estrellaba a los neumáticos de la camioneta roja.

Personas que se encontraban comiendo mariscos en mariscos Márquez, salieron de inmediato a auxiliar al pispireto agente originario del poblado del Quemado, quien con medio kilo de piel de la parte donde la espalda pierde su casto nombre por la fricción del cuerpo con el pavimento lograron ponerlo de pie, para de manera posterior llevarlo a que le pusieran jumentos chiqueadores ahí donde les platique. De ahí que le hayan dado una semana de incapacidad a fin de que ponga los glúteos entre algodones a fin de restañar la parte afectada, sea por Dios, cuando andan sueltos los demonios.