JUICIO POR ABANDONO DE FAMILIARES GENERA DEBATE SOBRE CAPACIDAD DE DEFENSOR

04 / Mayo / 2017

Por OSCAR VERDÍN CAMACHO

Como si se tratara de una respuesta a la información publicada ayer en este espacio, en cuanto a los bajos salarios de los defensores públicos en los juicios orales frente a la carga de asuntos que atienden, este miércoles dio inicio un juicio por el delito de abandono de familiares en el que, por un rato se debatió si el defensor particular tiene los conocimientos necesarios del nuevo sistema de justicia penal, o si debía ser reemplazado precisamente por un defensor público.

Un hombre y una mujer que anteriormente fueron pareja y tienen tres hijos, menores de edad, asistieron al juicio oral dentro del expediente 375/2016, a propósito de una diferencia familiar que inició hace años. Ella reclama que él ha faltado a la entrega de dinero para el mantenimiento de sus hijos, asuntos previamente ventilados en juzgados familiares de Tepic.

La audiencia fue dirigida por el juez Armando Elías Martínez, que fungió como titular del Tribunal Unitario de Enjuiciamiento.

De hecho, la mujer, que al igual que su ex pareja no llegarían a los 40 años, fue la primera testigo de la representación de la agencia del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado. Una abogada particular asistió en asesoría de la agraviada, mientras que el imputado fue acompañado por dos abogados.

Así, después de que la señora realizó una narración de los hechos y contestó diversas preguntas de la agencia ministerial, tocó el turno de la defensa, cuyas interrogantes fueron combatidas una y otra vez: la palabra ¡objeción! de la representación ministerial se escuchó tantas veces, explicando que o bien se trataba de preguntas confusas, o impertinentes, o que se pretendía introducir información nueva y no divulgada previamente por la agraviada, o que no se sentaban debidamente las bases técnicas conforme al nuevo sistema de justicia.

Muchas veces el juez Armando Elías pidió al defensor que reformulara sus preguntas.

Hubo un rato en que el tema se centró en ello. No avanzaba. Entonces la agencia ministerial advirtió que el defensor no garantizaba un debido proceso y que ello era en perjuicio del imputado, por lo que solicitó que fuera sustituido y se llamara a un defensor público.

El juez cuestionó al abogado particular si tiene la preparación necesaria en el nuevo sistema de justicia. El otro le respondió afirmativamente puesto que, dijo, había hecho un curso en línea y otro impulsado por el Poder Judicial del Estado, además de una experiencia por varios asuntos.

En la sala, un policía estatal varón y una mujer vigilaban que se cumpliera con el orden, y la segunda tomó la decisión de pedir a dos jóvenes abogados, ubicados entre el público, que se salieran porque estaban platicando.

Más adelante y con nuevas preguntas objetadas, la representación de la Fiscalía insistió que tenía que llamarse un defensor particular.

Para entonces ya había un ambiente un tanto incómodo.

Frente a ello, el juez anunció un receso de 15 minutos y, aparentemente pensativo por la segunda petición ministerial, salió de la sala pero no dio indicación respecto a la testigo, que se quedó sin saber qué hacer.

Tras alrededor de algún minuto, una agente ministerial sugirió a dos asistentes de sala que la testigo debía permanecer en un área distinta a la sala, y es que el interrogatorio a ella no había concluido. Uno de los asistentes salió a pedir consulta, regresó y así se hizo: la señora fue conducida a otro lugar y regresó al reiniciar la audiencia. Hasta entonces se permitió el ingreso a los dos abogados previamente retirados.

Con el reinicio, el juez anunció que no era procedente retirar la defensa particular. Y así, metafóricamente a empujones continuó la diligencia unos minutos más.

El juicio continuará durante la presente semana.

EDIFICIO MALDITO

Por otra parte, pareciera que el inmueble en que se encuentran las salas de juicio oral, por la avenida Tecnológico salida a Guadalajara, a un costado de la gasolinería de la esquina con Aguamilpa, tuviera como una maldición. Le pasa de todo: si hace unos meses se iba la luz durante las audiencias, ahora escasea el agua y hay quienes lo atribuyen a alguna fuga.

Periódicamente se presenta una pipa con agua para llenar el aljibe, pero mientras tanto los baños son cerrados por horas, como sucedió la mañana de este miércoles, por lo que funcionarios y público en general deben ir a los baños de la gasolinería de al lado.