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LA CREME: NO NOS OLVIDEN
Por Norma Cardoso
06 / Noviembre / 2018
La gran mayoría de los nayaritas hemos aportado para los damnificados, mucho o poco, según podamos. La enorme solidaridad se ha visto en las escuelas, oficinas gubernamentales, hospitales, empresas, sindicatos, etc., todos ellos han puesto su granito de arena para nuestros hermanos de la zona norte que fueron afectados por el paso del huracán Willa.
Ayer un grupo de compañeros comunicadores nos fuimos a Tuxpan, a entregar un refrigerador con dispensador de agua, una lavadora, una licuadora, una parrilla con quemadores, una alacena, un extractor de jugos, una mesa para colocar algún electrodoméstico, despensas, utensilios de cocina, una pala, agua, ropa, ropa de cama, cobija, productos de aseo personal, zapatos, productos para la limpieza y otras cosas más, a un compañero comunicador que perdió todo lo que se encontraba en su casa.
Todo lo anterior, aportado por algunos compañeros comunicadores, sus amigos y familiares, quienes desde a temprana hora estuvieron en sus casas esperando que pasáramos para contribuir a la causa de nuestro compañero y amigo.
Todavía falta mucho por hacer, hay casas que están llenas de lodo, no se diga las calles, muchos negocios cerrados; una gran cantidad de personas perdieron su trabajo, sus muebles, su ropa, todo; hay crisis económica en aquella zona, y los mismos habitantes dicen que viene una crisis peor: la crisis del olvido, ya que se olviden de ellos, lo que puede suceder terminando este mes.
Oficialmente, no se ha dado a conocer cuántos muertos hubo, según, las autoridades reportaban cuatro decesos la semana pasada. Sin embargo, platicando con una persona damnificada nos decía, que no estaba completa esa información, ya que, solamente cerca de su casa habían muerto tres niños que se encontraban solos en su casa, su mamá había salido, minutos antes, de que subiera el agua y lodo a su casa.
Otro caso que nos relataron, fue el de cuatro personas, que al ver la corriente crecida subieron al techo de su casa; más, la casa no resistió los embates de la naturaleza y colapsó, cayendo todos, dando como resultado la muerte.
La gente mayor, dicen que por lo menos en cien años, no había sucedido una tragedia como la que pasaron, no tienen recuerdos de que sus antepasados les hayan contado una historia de dicha magnitud, que sí se había salido el río, pero no de esta manera.
Tuxpan huele a tristeza. Ver los Centro de Salud con cajas de medicamentos inservibles, lo mismo que las sillas, mesas, incubadoras, camas, colchones, por mencionar algunos. Hay casas que por la fuerza de la corriente se vinieron abajo; unas más, están inservibles, para derrumbarse. Hubo pérdidas en la agricultura y en la pesca.
Sin embargo, da consuelo y los hace fuertes, el gran apoyo, la solidaridad de muchos nayaritas, de autoridades de los tres órdenes de gobierno; el de otras entidades, del gobierno federal, sector empresarial, de organizaciones no gubernamentales.
Muy agradecidos, de esa mano que apoya, que ayuda, que sostiene, que sienten el hombro para no desfallecer. Esa mano del niño, del joven, del adulto y hasta del anciano, que han sacado fuerzas para luchar contra los estragos de la embestida de la naturaleza.
Un pueblo que pide no echarlos al olvido, que seguirán necesitando la ayuda de todos.