CON PRECAUCIÓN: La satisfacción de trabajar en lo que te gusta

Por Sergio Mejía Cano

05 / Diciembre / 2018

Se dice que los chinos tienen una frase muy elocuente que dice que si alguien trabaja en donde más le gusta, jamás habrá trabajado un día de su vida, frase con la que estoy completamente de acuerdo. Y tal vez sea el caso del profesor Fernando Velázquez Arellano, profesor de Tele-Secundaria en el poblado de San Andrés, en el municipio de Tepic, quien dice que él no siente que haya trabajado un día de su vida porque está en lo que más le gusta: el magisterio. Y tan a gusto está en lo que le gusta que ya ha ganado varios primeros lugares en la Prueba Enlace.

Encuentro al profesor Velázquez Arellano en un prestigiado Café del Centro Histórico de la capital nayarita, con un semblante muy feliz, al preguntarle el porqué, me dice que está muy contento y feliz por saber que una de sus exalumnas egresada de la tele-secundaria en la que él da clases acababa de recibir el primer lugar del Premio Estatal de la Juventud, y que se trata de la señorita ahora también maestra de Tele-Secundaria, Leticia Carrillo, y me muestra una fotografía en donde se ve que están premiando a la señorita Carrillo dándole un reconocimiento por lo mismo. La felicidad y gusto del profesor Fernando Velázquez es debido a que comenta que gracias a su labor ha logrado que la mayoría de los que han sido sus alumnos han salido avante en sus estudios, que siente una gran satisfacción al ver fructificar su esfuerzo porque la mayoría de sus ahora exalumnos son profesionistas en varios rubros como ingenieros, médicos, abogados, mecánicos, contadores, arquitectos etcétera; que incluso hasta músicos.

Y la frase de los chinos viene a colación debido a que de acuerdo al profesor Velázquez, el dar clases es su vida, que impartiendo sus clases se siente como pez en el agua, que si bien es cansada su labor y más por ser casi siempre él solo quien está al frente de la Tele-Secundaria en San Andrés, como que eso lo revitaliza más que cansarlo; claro que como humano que es si siente la fatiga pero con tan solo recordar que su sacrificio rinde y ha rendido buenos fruto, es de lo más satisfactorio para él.

El profesor Velázquez Arellano es también ingeniero civil y estudió en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y presume que a él le impartieron clase entre otros personajes y catedráticos, el que fuera Presidente de la República Ernesto Zedillo Ponce de León y el ingeniero Heberto Castillo Martínez (1928-1997), gran luchador social y descubridor de varias opciones para construir más barato y con más resistencia y ahorro de materiales constructivos.

El profesor llegó al poblado de San Andrés hace más de 35 años, encontrando un solar al que no se le podía llamar escuela tele-secundaria en sí, ya que se encontraba en deplorables condiciones inapropiadas para trabajar adecuada y óptimamente, por lo que se dio a la tarea de reconstruir todo aquello que encontró, gracias a la ayuda de los pobladores que lo recibieron de buen grado y más, cuando los hijos de estos pobladores que empezaron a recibir clases del profesor Fernando Velázquez les dijeron a sus padres que estaban muy a gusto con este nuevo profesor, alumnos aquellos que hoy en día muchos de ellos ya son profesionistas o cuentan con un buen trabajo o al menos cómodo y gratificante.

Obviamente dice que tuvo que enviar oficios a la Secretaría de Educación Pública haciendo notar las carencias por las que atravesaba, así que le comenzaron a llegar algunos recursos didácticos y más, televisores y desde luego la señal didáctica necesaria para el aprendizaje del estudiantado. Una señal que ahora la siente rebasada el profesor porque la nota un poco atrasada en cuanto al contenido respecto a los alumnos más avanzados que ya se pueden considerar por encima del promedio del material didáctico que está en el programa.

Aunque eso sí, reconoce que también ha habido ocasiones en que él mismo ha tenido que invertir recursos económicos de su propio bolsillo por necesitarse en lo inmediato como para la reparación del inmueble, de la tubería, de los sanitarios, de la instalación eléctrica, etcétera; y como el trámite burocrático para poder recuperar lo invertido es muy cansado, por lo regular cuando no es mucho el monto lo deja pasar hasta que haya oportunidad de reclamarlo; pero como a veces se le olvida o pierde las notas o facturas, pues ni modo. Pero todo sea por el bien de las nuevas generaciones.

Y vaya que en verdad se le notaba muy jubiloso porque una de sus exalumnas, Leticia Carrillo, había sido premiada.

Sea pues. Vale.