LA COMPLEJA SUCESIÓN DEL 2021

Ulises Rodríguez

06 / Marzo / 2019



Dentro de muy poco estaremos a mitad del gobierno de Antonio Echevarría García. Será a partir del próximo año, una vez cruzado el umbral que anuncia la sucesión gubernamental cuando veremos con mayor intensidad a las y los aspirantes a la gubernatura intensificar sus acciones proselitistas.


El proceso, sin embargo se antoja tan complejo como interesante. La dinámica que se ha advertido entre los actores que más se identifican para el 2021 y las fuerzas políticas a las que están vinculados apenas comienzan con los reacomodos internos y a éstas alturas, tan sólo podríamos identificar a la fuerza política que se quedará en tercer lugar y al candidato que la abanderará si nada extraordinario sucede, me refiero al PRI y a Manuel Humberto Cota Jiménez, quien prácticamente no ha dejado espacio sin acomodar dentro del PRI estatal para asegurar una nueva postulación a la gubernatura en el 2021. No tiene Cota, rivales al frente dentro de su propio partido, igual que no tiene tampoco posibilidades reales de convertirse en el sucesor de Echevarría.


En MORENA, la opción política que podría pensarse lleva mayor ventaja rumbo a la sucesión, lo que marcará la agenda sin dudas, serán las disputas internas entre los aspirantes a la candidatura a gobernador, a saber, los senadores Cora Cecilia Pinedo Alonso y Miguel Ángel Navarro Quintero, así como el polémico diputado federal Pavel Jarero –que le tira a la candidatura a gobernador para caer en la de presidente municipal de Tepic- y el Delegado regional del gobierno de la República en Tepic, Nayar Mayorquín Carrillo. Hay una persona que insiste en anotar en la carrera al arquitecto Manuel Peraza pero como esa persona es el propio arquitecto Peraza, no sé si valga la pena mencionarlo. De entre estos cuatro personajes saldrá la abanderada o abanderado de MORENA a la gubernatura dentro de 2 años, cada uno de ellos juega sus cartas. La maestra Cora Cecilia le apuesta al empoderamiento de su mentora, Elba Esther Gordillo y a la cadena de mutuos favores entre la maestra originaria de Chiapas y el presidente de la república; el Doctor Navarro, con mayores credenciales dentro de MORENA para ser candidato carga sin embargo con el estigma de arropar al grupo político de Roberto Sandoval y operar para ellos cargos dentro de la administración federal; y bueno, Pavel, Pavel anda en lo suyo rogando al cielo que al doctor Navarro se le complique la situación jurídica de solicitar licencia al senado ante la particularidad de carecer de un suplente que pudiera asumir el escaño y estar, el santiaguense en posición de asumirse como el Plan B de MORENA en Nayarit al 2021. Caso particular es Nayar Mayorquín, quien a pesar de tener el respaldo de la estructura partidista y de los llamados servidores de la nación no levanta a pesar de los conmovedores intentos por posicionar su imagen. Aún es temprano y en estos asuntos no hay que descartar a nadie, todos pueden sorprender.

Finalmente en el PAN, partiendo de la idea de que el partido fundado por Manuel Gómez Morín buscaría sumar nuevamente al PRD a una eventual alianza electoral -por disminuido que parezca el partido del sol azteca-, el candidato más visible sería el diputado Leopoldo Domínguez González. Tiene, frente a la alcaldesa de Compostela y senadora con licencia, Gloria Núñez –quien también aspira a suceder a Echevarría García- una imagen mucho más sana. No pesa sobre él la pesada loza que en cambio carga Gloria Núñez por el desgastante conflicto político en Compostela, donde una y otra vez ha mostrado su peor cara. Con el doctor, el problema es la tibieza y que no ofrece nada nuevo, el mismo discurso, las mismas promesas, la misma estrategia del 2017, cuando teniendo prácticamente la gubernatura servida, la perdió frente a un muchacho al que todo mundo tildaba de novato y que sin embargo hoy despacha en la oficina principal de Palacio de Gobierno. Faltan dos años, en fin, para la sucesión de gobierno y en el camino seguramente habrá muchas sorpresas.