MISMA ESTRATEGIA DE 1999; ATRINCHERARSE EN SU MADRIGUERA

12 / Julio / 2022

Por Ezequiel Navarrete Arellano .-

Muchas veces los seres humanos actúan cegados por los caprichos, sin emplear la cordura y la inteligencia. Otras veces los ciclos del tiempo cobran al hombre con la torpeza neuronal y la falta de raciocinio.

Es el caso del profesor Daniel Jiménez Beltrán, que desde 1977 ha sido director de la Escuela Normal Experimental de Acaponeta (ENEA); lleva 45 años en el cargo. Lo han querido quitar y no se ha dejado. Como lo ocurrido en 1999, cuando fue sustituido por el profesor Marco Antonio Romano Berumen al que no le permitieron tomar posesión. La estrategia fue azuzar a padres de familia, alumnos y trabajadores, atrincherándose en la institución para no permitir la entrada a las autoridades de los Servicios de Educación Pública del Estado de Nayarit (SEPEN).

Recién había tomado posesión del gobierno Antonio Echevarría Domínguez, quien le tomó parecer a Elba Esther Gordillo Morales (lideresa del magisterio nacional en ese tiempo); para nombrar al Director de los SEPEN, Martín Carrillo Salas. Carrillo Salas otorgó nombramiento al maestro Romano Berumen que sustituiría a Daniel Jiménez; porque es facultad del nuevo gobierno designar a los directivos de normales, de acuerdo al Manual de Organización de las Escuelas Normales; que en su Artículo 10 dice: El personal directivo será nombrado por la autoridad educativa correspondiente. Se consideran directivos de las escuelas normales: a) Director escolar, b) Subdirector Académico, c) Subdirector Administrativo.

El nombramiento de sustitución quedó en el aire y Jiménez Beltrán se salió con la suya, perpetuándose en la dirección. Es importante aclarar que el liderazgo del profesor Liberato Montenegro Villa tenía mucha fuerza y es seguro que desde el centro le ordenaron a Martín Carrillo que dejara tranquilo a ese hijo del cacicazgo. Ya hizo otros 23 años; cumplió 45 años en ese puesto y quiere seguir usufructuando a la institución de forma vitalicia.

Pero el destino lo alcanzó y en las escuelas públicas no hay puestos eternos. El día 7 de julio las autoridades educativas fueron a presentar al nuevo director de la ENEA, al maestro Nicolás Contreras Sánchez; pero dicha escuela estaba cerrada porque el día anterior habían hecho la clausura. El viernes 8 regresaron las autoridades a cumplir con su encomienda; pero, otra vez como sucedió en el 99, emplearon la misma estrategia, cerrar la escuela y utilizar porros contra la autoridades. (Los videos que circulan en las redes dan cuenta de ello).

En estos tiempos son otras las condiciones y emplear la misma estrategia es falta de cordura o de atrofia cerebral. La Normal Experimental de Acaponeta no es propiedad de Daniel Jiménez; es una institución pública con Reglamento idéntico al de otras normales. El nombramiento del maestro Nicolás Contreras no es producto de lo que pregonaba a grito abierto el líder estudiantil: ‘No a la Ley Navarro’. Tampoco es válido decir que como trabajador de ‘base’, tiene derecho a permanecer toda su vida como director de esa Normal. Como servidor público que dirige una institución pública, tiene que sujetarse al manual de funciones. En las mismas normales privadas es sana la rotación de directores. Es una aberración que a un individuo cobijado por el cacicazgo le entreguen una escuela para que la usufructe toda su vida. Y es peor cuando se trata de una escuela pública, pagada con dineros del pueblo y subsidiada con recursos administrados por los SEPEN. También es una torpeza mandar decirle al gobernador que saque las manos de la Normal Experimental; cuando es el gobernante el responsable de la educación del Estado. Es como decirle: ‘paga el sueldo de trabajadores y necesidades de la escuela, pero no te metas con mi coto privado’.

Se puede observar el trato bajo y hostil que le dieron al Secretario de Gobierno, Antonio Echegaray Becerra; pero todo obedece a los designios de Daniel, que por preservar el bastión caciquil, no mide consecuencias.

Ya lanzó también un Comunicado la Sección 20 del SNTE, en apoyo a su hijo predilecto Daniel Jiménez y, machacando de nueva cuenta, que todo es producto de lo que ellos llaman: ‘Ley Navarro’. Pero no se ha manifestado en contra de los abusos que cometía Francisco Contreras Robles cuando fue director de los SEPEN, al igual que la hija de Antonio Serrano, violando derechos de maestros y adjudicándose las mejores plazas. Pero de esto no dicen nada; se han quedado mudos, también los defensores del cacicazgo. Yo pregunto: ¿Cuando hay hechos de corrupción no aplica la expresión: si tocas a uno, nos tocas a todos?

Pues, ya se tensó la cuerda y veremos cuántos caen con el afloje de los tirones.

¿Resistirá más el capricho de un cacicazgo que la legalidad del Estado?