Chivas gana entre amenazas a Pumas

Se van o mueren, Antes del descenso conocerían el panteón, señalaron los aficionados durante el triunfo de los tapatíos 1-0 sobre Pumas

04 / Noviembre / 2013

Es apenas la segunda victoria del Apertura 2013 para Chivas. Una campaña mediocre. El riesgo de la tabla porcentual cada vez más cerca. El 1-0 sobre Pumas no es suficiente para olvidar. La afición explota cerca del minuto 90. Las mantas son una amenaza clara. Se van o mueren, Antes del descenso conocerían el panteón, se puede leer en la tribuna oriente.

Guadalajara está cada vez más cerca del descenso. Tiene dos semestres sin calificar a la Liguilla. Un club con pasado grande y presente chico. Los seguidores no pueden más. Exigen, a su manera, soluciones a este pésimo andar de un plantel que arrastra el prestigio de la institución. Es el triste epílogo de una campaña para el olvido.
En un duelo de grandes, se esperan acciones sorprendentes dentro del terreno de juego. Pero la primera de ellas se da fuera de él. Juan Carlos Ortega, técnico del Rebaño Sagrado, toma por fin valor para sacudir un poco a su plante. Luis Ernesto Michel va a la banca. Su lugar en el arco lo ocupa el campeón olímpico Antonio Rodríguez.

Misma suerte corre Néstor Vidrio, quien luego de varios errores individuales en los últimos partidos, es suplente frente a la UNAM, que tiene 31 años sin vencer al conjunto tapatío en su casa. En su puesto, el estratega coloca a Patricio Araujo, habitual mediocampista de contención que no desconoce la posición, pues ahí fue campeón del mundo Sub-17 en 2005.
El atrevimiento del entrenador rojiblanco es plausible salvo por una cosa: para Chivas y probablemente para él mismo, ya es demasiado tarde. Guadalajara sólo pelea por evitar la vergüenza de terminar el Apertura 2013 sotanero y al estratega parece que no le queda demasiado futuro en la banca de este club.

Los movimientos ofrecen cierto resultado, pues el Rebaño Sagrado se planta mejor en retaguardia, un poco por el orden que Pato imprime y un tanto más por la displicencia universitaria al momento de atacar. Javier Cortés intenta a balón parado, al ‘7, pero Toño Rodríguez vuela para enviar a tiro de esquina.

Guadalajara, que no ha hecho gran cosa en los primeros minutos, tiene un golpe de suerte. Abraham Coronado , por el costado, intenta un disparo raso que sale a los pies de Aldo de Nigris. El control del delantero no es bueno. La redonda sale elevada, dentro del área. Efraín Velarde no puede despejar. Rafael Márquez Lugo aparece para mandarla a las redes. Gol del Guadalajara, al ’12.
Y si Chivas es un caso preocupante, Pumas no se queda atrás. Por algo son dos de los peores equipos en la actual campaña. La UNAM tiene muy poca capacidad de respuesta cuando se ve abajo en el marcador. Los disparos lejanos de Javier Cortés (’17 y ’20) no son suficientes. Y cuando Luis García entra al área con una pelota filtrada (’31), el arquero local se recuesta a sus pies para apagar el peligro.

El Rebaño Sagrado genera a cuentagotas. Durante la primera parte, sólo Aldo de Nigris se planta frente al arco pero su potente disparo es rechazado por Alejandro Palacios, que salva a Pumas con un vuelo efectivo, al ’41.
Para el complemente, se espera una reacción importante por parte de los visitantes. No es así. Este es un puma sin garras. El cuadro de José Luis Trejo ofrece pocas variantes. Luis García, tras una larga conducción, manda un zurdazo potente. Antonio Rodríguez ya nada puede hacer. La pelota estremece el travesaño y abandona el campo, al ’61.

Tres minutos más tarde, Chivas tiene un tiro libre cargado a la banda izquierda. Rafael Márquez Lugo decide cobrar directo, con efecto suficiente para dejar a Pikolín fuera de toda posibilidad. Pero el balón sacude el travesaño y Pumas se salva.

El pobre funcionamiento colectivo del cuadro universitario se hace todavía más evidente en los minutos finales, cuando se va al frente en busca de la igualada con mucho ímpeto, pero nula idea. Genera sensación de peligro con rebotes y balonazos al área, pero nunca con una jugada elaborada.
Chivas se mete en lo suyo. Defiende con atingencia. Ataca lo justo, cuando hay oportunidad, pero sin demasiado interés por aumentar el marcador. Así, los minutos se diluyen sin sobresaltos. Parece que será una victoria tranquila. Pero no lo es. Al minuto 90, aficionados en la tribuna alta oriente, aparecen en escena.
El movimiento es inteligente. Premeditado. Razonado. Se colocan justo frente a donde toda la prensa habrá de verlos. Sacan pancartas que han logrado superar los filtros de seguridad que tiene el Estadio Omnilife. Hay mensajes de amenaza. Intimidan a sus propios futbolistas. Las leyendas que se leen son de preocupar.

Se van o mueren, Antes del descenso conocerían el panteón, Con la historia no se juega, Lárgate Vergara y Ya basta se puede leer. La afición del Rebaño Sagrado ha explotado. No puede más con el pésimo paso del equipo. Las mantas se quedan colgadas en lo más alto de la tribuna, hasta que son retiradas por personal de seguridad.

El silbatazo final ofrece a Chivas apenas su segunda victoria de una triste campaña. Un triunfo bajo amenazas de su propia afición, que en la despedida como local no perdona y tampoco olvida el pésimo torneo de su club.