REDESCUBRIENDO: El Islam en México.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

19 / Noviembre / 2015

El Censo 2010 contó tres mil 760 musulmanes viviendo en el país, desde los integristas en Chiapas hasta los moderados del DF.
A continuación reproducimos un artículo sobre la presencia del islam en nuestro país, su autor el periodista Jorge Alejandro Medellín. El propósito es informar sobre la existencia de grupos religiosos que minoritarios en México para conocer su dinámica social y aprender un poco de tolerancia. Que lo disfruten.

Quince estados de la República Mexicana son asiento de comunidades que profesan el Islam como su religión. La muerte de Osama Ben Laden, ejecutado por marines estadunidenses el primero de mayo pasado, reavivó la vigilancia que sobre ellos tienen los gobiernos de México y Estados Unidos: en Nuevo León, Chihuahua, Michoacán, Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Coahuila, Jalisco, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Morelos y el Distrito Federal, grupos islámicos permanecen bajo la lupa del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), de la Procuraduría General de la República (PGR), de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar), de la Policía Federal (PF) y, por supuesto, de las 16 agencias de seguridad que operan a unas calles de la Embajada de los Estados Unidos en la capital del país. La comunidad islámica de Chiapas, escindida de los demás grupos por sus tendencias integristas, es una de las que permanece bajo constante vigilancia. En Michoacán existe otro núcleo de adeptos al Islam, vigilado para evitar algún posible acercamiento con el cártel de La Familia Michoacana, cuyos líderes manejan un discurso religioso cristiano de naturaleza mesiánica.

Las cifras oficiales más recientes del gobierno mexicano sobre el número de musulmanes y de personas no árabes que profesan el Islam indican que cerca de cuatro mil individuos siguen esta religión en el país. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló en el Censo de Población 2010 que existen tres mil 760 musulmanes en México, de los cuales dos mil 368 son hombres y mil 392 son mujeres, cuando en el año 2000 existían alrededor de mil 500 musulmanes en el país. El censo no establece aún en qué poblaciones se ubican las mayores concentraciones de musulmanes y cuántos de ellos no son nacidos en México. En tanto, en los últimos cinco años (de 2005 a 2010), el Instituto Nacional de Migración (INM) ha contabilizado la entrada legal al país de 41 mil 825 viajeros provenientes de 14 países árabes y musulmanes (Afganistán, Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Irán, Jordania, Líbano, Paquistán, Palestina, Siria, Turquía, Libia y Túnez) donde el Islam es la religión predominante. La frecuencia de visitas a México por parte de viajeros de países musulmanes o de creencia islámica va en aumento. El documento Entradas aéreas según continente y país de nacionalidad 2005-2010, presenta un listado de alrededor de 270 nacionalidades de los visitantes, donde el primer sitio entre países islámicos lo ocupa la moderada Turquía, con 12 mil 360 entradas de viajeros musulmanes a México. El segundo sitio lo ocupa Irán, con nueve mil 450 visitas; el tercer sitio es de Líbano, con cinco mil 966 entradas; le sigue Paquistán, con cuatro mil 538 ingresos, y en quinto sitio está Arabia Saudita, con dos mil 608 viajeros. Se indica que la mayoría arribó principalmente a aeropuertos localizados en centros turísticos como San José del Cabo, Cancún, Cozumel, Puerto Vallarta, Guadalajara, Distrito Federal, Manzanillo, Huatulco, Ciudad del Carmen, Mérida, Mazatlán, Puerto Escondido, Tijuana, Chetumal, Acapulco, Zihuatanejo y Mérida, entre otros. Nos vigilan, sabemos que nos graban, que nos escuchan, que están atentos a lo que hacemos, pero no tenemos temor, dice Muhammad Ruiz Al Meksiki, director del Centro Salafi de México (CSM), creado en 2004 y uno de los más importantes para los adeptos al Islam en el país. El que nada debe, nada teme, añade Al Meksiki al recordar que los atentados terroristas de septiembre de 2001 los dañaron severamente; la persecución y los prejuicios en su contra se multiplicaron. La gente dejó de acudir a las mezquitas, dejó de salir por precaución. Con el tiempo todo eso se fue olvidando y poco a poco se recobró el ritmo de vida y las mezquitas volvieron a verse pobladas, relata. Ruiz Al Meksiki señala que Osama Ben Laden, el asesinado líder de Al Qaeda, fue labrando su propio fin, uno donde sus acciones hicieron que finalmente Alá le impusiera el castigo que acabó con su vida. Pero para los musulmanes en México la vigilancia sigue. Los agentes del Estado van y vienen por los centros de reunión y de oración de los grupos islámicos en el país, y ellos saben que están infiltrados, pero no les preocupa: Le aseguro que hemos hecho el bien, en muchos sentidos, hemos ayudado a sectores y grupos de la sociedad mexicana con nuestra presencia; la mayoría de nosotros tenemos buen trabajo, buenos negocios, pagamos impuestos, estudiamos constantemente el Corán y la Sunna y somos gente de bien. En Coahuila, según datos de seguridad nacional, uno o dos núcleos islámicos ubicados por elementos de inteligencia han sido vinculados con delitos del fuero común, como robo de autopartes, robo a transeúnte o falsificación de documentos y piratería. Son los únicos detectados hasta ahora como problemáticos por el gobierno mexicano. Fuera de ese escenario, los órganos de inteligencia civil y militar no han identificado riesgos o potenciales alertas terroristas islámicas en suelo mexicano, ni mucho menos la presencia de células o simpatizantes de Al Qaeda. Hasta la próxima. redescubriendo@hotmail.com