Wikileaks revela el arsenal de ciberespionaje de la CIA

08 / Marzo / 2017

Nueva York. Wikileaks reveló un arsenal de armas cibernéticas de la Agencia Central de Inteligencia que le permite el acceso secreto a teléfonos móviles, tabletas y hasta televisiones inteligentes, y posiblemente hasta automóviles.

Wikileaks difundió casi 8 mil páginas web y 943 attachments que detallan herramientas de software empleadas por la CIA para intervenir y hasta tomar control total de aparatos móviles y computadoras. La organización de promoción de transparencia informó que es sólo la primera de una serie de revelaciones pero que esto es la publicación más grande jamás de documentos confidenciales sobre la agencia la CIA.

Las herramientas pueden esencialmente tomar control de aparatos y equipos de de Apple, Google Android y Samsung e intervenir casi todos los principales sistemas de operación, incluyendo los de Microsoft y Linux. Los documentos están fechados entre 2013 y 2016.

Las revelaciones más notables incluyen que la CIA y agencias de inteligencia de países aliados han logrado evadir la protección de sistemas de cifrado en teléfonos y servicios de mensajería como Signal, WhatsApp y Telegram al tomar control del aparato mismo. Con ello, según explicó Wikileaks en su análisis, los espías cibernéticos pueden obtener los mensajes de texto y audio antes de que sean cifrados por los servicios de privacidad. O sea, Signal y los otros siguen siendo seguros -no hay indicación de que hayan sido penetrados- pero el aparato en que están es vulnerable al hackeo gubernamental.

Edward Snowden -el ex contratista de inteligencia refugiado que sacudió al gobierno cuando reveló los programas de espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional, indicó hoy vía tuit que una de las revelaciones claves es que aquí está la primera evidencia pública de que el USG el gobierno de Estados Unidos estaba pagando secretamente para mantener inseguro al software estadunidense.

Más aún, entre las herramientas de ciberespionaje más exóticas está una llamada Weeping Angel (ángel en llanto) que convierte a televisiones inteligentes Samsung en escuchas electrónicos. El programa desarrollado en cooperación con la inteligencia británica permite que ese tipo de televisor, aun cuando parecer estar apagado, puede ser empleado para monitorear un cuarto y trasmitir conversaciones por Internet a un servidor de la CIA.

Otros documentos describen una biblioteca de técnicas de ciberataques que la CIA ha recaudado de varios países, incluyendo Rusia, con lo cual la agencia puede ocultar el origen de algunos de sus ciberataques o atribuirlos a otros.

Otro programa en desarrollo en 2014 buscaba infectar a los sistemas de control vehicular de automóviles y camiones modernos. Aunque no se especifica el propósito de este control, Wikileaks señala que permitiría a la CIA realizar asesinatos imposibles de detectar.

Los documentos provienen del Centro de Inteligencia Cibernética de la CIA y no se sabe quién los filtró o cómo fueron obtenidos. Wikileaks afirmó que la CIA perdió control de la mayoría de su arsenal de hackeo recientemente, y que los documentos circularon entre ex hackers y contratistas del gobierno estadunidense de una manera no autorizada, uno de los cuales otorgó a Wikileaks porciones del archivo.

La fuente planteó, según Wikileaks, una serie de interrogantes sobre políticas que urgentemente necesitaban ser debatidas en público, incluyendo si las capacidades de hackeo de la CIA superan su mandato de poder y el problema de supervisión pública de la agencia. Por lo tanto, indicó que la fuente deea iniciar un debate público sobre la seguridad, creación, uso, proliferación y control democrático de las ciber armas.

Wikileaks declaró que no estaba difundiendo el código mismo, o sea, las armas cibernéticas de la CIA, hasta que surja un consenso sobre la naturaleza técnica y política del programa de la CIA y cómo tales ‘armas’ deberían ser analizadas, desarmadas y publicadas.