Trump quiere privatizar la Estación Espacial Internacional

15 / Febrero / 2018

La administración de Donald Trump quiere convertir la Estación Espacial Internacional (EEI) en una especie de empresa inmobiliaria en órbita, no administrada por el gobierno, sino por la industria privada.

La Casa Blanca planea dejar de financiar la estación después de 2024, y poner fin al apoyo federal directo del laboratorio orbital. Pero no tiene la intención de abandonar por completo el laboratorio en órbita –que la Nasa comparte con otras agencias espaciales– y prepara un plan de transición que podría entregar la estación al sector privado, según un documento interno de la Nasa obtenido por The Washington Post.

La decisión de terminar con el apoyo federal directo para la EEI en 2025 no implica que la plataforma en sí será desorbitada en ese momento; es posible que la industria continúe operando ciertos elementos o capacidades de la EEI como parte de una futura plataforma comercial, dice el documento.

Además, la Nasa ampliará las alianzas internacionales y comerciales en los próximos siete años con el fin de garantizar el acceso humano continuo y la presencia en la órbita baja de la Tierra.

Para garantizar la transición, la Casa Blanca prevé solicitar un análisis del mercado y planes de desarrollo al sector privado.

Estados Unidos ha gastado casi 100 mil millones de dólares para construir y operar el complejo orbital, que le cuesta a la Nasa entre 3 mil y 4 mil millones de dólares anuales.

El propósito es privatizar la EEI, ubicada en la órbita baja terrestre, que es dirigida por la agencia espacial estadunidense y desarrollada de manera conjunta con la agencia espacial rusa.

Esta base es utilizada por una tripulación internacional –especialmente con la colaboración de las agencias espaciales europea, japonesa y canadiense– para desarrollar la investigación científica del universo espacial.

El gobierno estadunidense incluirá en su presupuesto de 2019 150 millones de dólares para hacer posible el desarrollo y la maduración de entidades y de capacidades comerciales que garanticen que los que tomen el relevo de la EEI sean operacionales en tiempo y hora.

Desde la presidencia de George W. Bush, la Nasa comenzó a subcontratar ciertas operaciones, como los vuelos de abastecimiento, ahora en manos de empresas privadas como SpaceX y Orbital ATK, cuya tendencia se acentuó en el gobierno de Barack Obama.

En riesgo, único puesto de EU

Expertos en la exploración espacial reaccionaron con inquietud ante la noticia. El senador Bill Nelson, demócrata por Florida y ex astronauta se manifestó en contra de apagar las luces y abandonar el único puesto de avanzada que tenemos en el espacio.