Investigan a jefa del Servicio Secreto de EU tras atentado contra Trump

23 / Julio / 2024

Washington. Cuando Kimberly Cheatle dirigía las operaciones del Servicio Secreto para salvaguardar al presidente estadunidense y a otros dignatarios, refirió que hablaba con los agentes en entrenamiento sobre la tremenda responsabilidad de su trabajo.

Esta agencia y el Servicio Secreto tienen una misión de cero errores, afirmó Cheatle, quien es ahora directora de la agencia, durante un podcast del Servicio Secreto llamado Standing Post, en 2021. Tienen que venir todos los días preparados y listos para la acción.

Ahora, el Servicio Secreto y su directora están bajo un intenso escrutinio por esa misión de fracaso cero luego del intento de asesinar al ex presidente Donald Trump durante un mitin el 13 de julio en Pensilvania que lo hirió en la oreja. Los legisladores y otras personas de todo el espectro político se preguntan cómo un hombre armado pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano cuando se suponía que debía estar cuidadosamente vigilado.
Cheatle, quien testificará ante los legisladores el lunes después de que comisiones del Congreso y el gobierno del presidente Joe Biden iniciaran una serie de investigaciones, expresó al noticiario ABC News que el tiroteo fue inaceptable. Cuando se le preguntó quién tenía la mayor responsabilidad, respondió que, en última instancia, es el Servicio Secreto el que protege al ex presidente.
La responsabilidad es mía, dijo Cheatle. Soy la directora del Servicio Secreto. Agregó que no tiene planes de dimitir y que hasta ahora cuenta con el respaldo del gobierno.
En agosto de 2022, Biden nombró a Cheatle para hacerse cargo de una agencia con un historial de escándalos, y ella buscó ampliar la diversidad en la contratación, especialmente de mujeres, en el servicio dominado por hombres. Cheatle, la segunda mujer en liderar el Servicio Secreto, se abrió camino durante 27 años antes de dejarlo en 2021 para trabajar como ejecutiva de seguridad en PepsiCo. Biden la trajo de regreso.
Ahora enfrenta su desafío más serio: descubrir qué salió mal con la responsabilidad central de la agencia de proteger a los presidentes, y si puede mantener el apoyo —o incluso su puesto— para realizar cambios.
Todavía se revelan detalles sobre las señales de problemas el día del intento de asesinato, incluidas las medidas tomadas por el Servicio Secreto y las autoridades locales para asegurar el edificio al que el tirador, Thomas Matthew Crooks, subió, a unos 135 metros de donde Trump hablaba. Dos personas resultaron heridas y Corey Comperatore, ex jefe de bomberos presente en el mitin, murió.