Como de película, detallan fuga de reo de hospital

* Aunque con un cuadro de posible peritonitis, Arce Cortés pudo liberarse de unas esposas de pie y saltar por la ventana de un baño, aprovechando el descuido de un guardia.

17 / Septiembre / 2013

Por Oscar Verdín Camacho


Durante la madrugada del tres de septiembre, un paciente que permanecía en la sala de triage –donde se da la primera valoración a los enfermos- del Hospital General jamás pensó que Francisco Javier Arce Cortés planeara la fuga, que finalmente concretó a través de una ventana del área de baños. Momentos antes lo había oído quejarse de dolor y después lo vio mover las esposas en un pie.

Otra persona que acompañaba a un familiar enfermo narró a la policía que Arce Cortés aprovechó unos minutos para sentarse en una camilla y, con un objeto similar a un pasador consiguió liberarse de una esposa de pie que estaba sujeta a un tubo.

Luego se introdujo al baño y ya no saliópor la puerta, sino que habría utilizado una silla para trepar a la ventana.

Cuestionados por qué no dieron aviso al guardia asignado a la seguridad de Francisco Javier, los testigos respondieron que fue por miedo.

Por su parte, el custodio de la penal de Tepic César René Rivas Chaparro, ahora a disposición de un Juzgado Penal como presunto responsable del delito de evasión de presos, detalló que aproximadamente a la una de la madrugada del tres de septiembre tuvo el primer contacto con Arce Cortés, quien presentaba una lesión en el abdomen a consecuencia de una caída sobre una jaba de plástico en el interior de la cárcel. Personal médico del penal autorizó su traslado al hospital.


EL MAL OLOR

Alrededor de las 2:30 horas, el reo –que enfrentaba un proceso por el delito de robo calificado- pidió ir al baño y el custodio lo acompañó, introduciéndose ambos como medida de seguridad. Luego, al regresar a la camilla, nuevamente fue esposado de uno de los pies a un tubo de la misma camilla.

César René se sentó a un lado, sin embargo unos minutos después decidió salir de la sala porque empezó a captar un olor desagradable, al parecer de excremento. Por ello se acomodó afuera del triage y ese fue su error, porque perdió de vista al mencionado reo.

El custodio jamás creyó que pudiera huir porque incluso momentos antes lo vio quejarse, agarrándose la panza.

Pero no habían transcurrido más de 10 minutos cuando una enfermera le avisó que el interno se había bajado de la camilla e introducido al baño, de donde no salía.

La fuga se había consumado. Y hasta las esposas de pie se llevó.

Por la parte de afuera, que lleva a un área de estacionamiento, la ventana del baño alcanza más de dos metros de altura.


¿ENFERMO?

La fuga de Francisco Javier Arce despertó la interrogante sobre si fue debidamente planeada o aprovechó el descuido del guardia.

La investigación realizada establece que se ordenó el traslado al hospital debido a un dolor abdominal a raíz de la caída sobre una jaba.

Por su parte, personal médico del hospital explicó que, a la palpación, el paciente presentaba dolor abdominal, por lo que se ordenó la práctica de rayos X y ultrasonido, que no se efectuaron por falta de radiólogo y fallas en el respectivo aparato. Se necesitaba, entonces, que esos estudios se practicaran en una clínica privada. Se indicó que era probable un cuadro de peritonitis.

La investigación realizada por la Fiscalía General establece que Arce Cortés no tuvo visita alguna en el hospital, aunque sí se efectuó una llamada por teléfono a un familiar para avisarle que se ocuparía dinero para la práctica de los estudios.

La certeza de que el reo sí presentaba un fuerte dolor abdominal motivó un operativo en distintos hospitales de Tepic, así como en centrales camioneras, sin embargo no ha sido localizado. Se cree que, tras la fuga, Francisco Javier debió ser atendido por personal médico en algún lugar, ayudado seguramente por familiares o amigos.

Y mientras tanto César René Rivas Chaparro se encuentra detenido, acusado por el delito de evasión de presos.

El custodio explicó que tan pronto confirmó la fuga, salió corriendo hacia el patio del hospital, con la esperanza de localizar a Arce Cortés, puesto que apenas habían transcurrido unos minutos. Pero al no encontrarlo, dio aviso a sus superiores y decenas de policías se unieron a la búsqueda.

César René llevaba más de 13 años trabajando como custodio.