BAJÓ LA TASA MEXICANA DE INTERÉS

10 / Junio / 2014

Por Octavio Camelo Romero

El asunto del interés surge en la antigüedad al lado de la circulación de mercancías, esto es, con el mercado o comercio. Ya Aristóteles había comprendido perfectamente la doble característica de una mercancía, de ser un valor de uso en cuanto materialidad, y de ser un valor de cambio en cuanto relación social. Por su utilidad, la mercancía podía consumirse totalmente o usarse temporalmente. El uso temporal de un objeto está muy popularizado en la actualidad. Los edificios se otorgan para uso temporal y a cambio se paga un arriendo o una renta; algunos vientres femeninos se usan temporalmente para la gestación de un humano y a cambio se paga un arriendo; la fuerza de trabajo se usa temporalmente y a cambio se paga un salario; la tierra de cultivo se usa temporalmente y a cambio se paga una renta; y finalmente el dinero de un acreedor se usa temporalmente y al regresarlo o al principio se paga un arriendo en forma de interés. Por eso para algunos el interés es equivalente al precio del dinero en tanto mercancía de uso temporal. La verdad es que el interés, o mejor dicho, la tasa de interés no son ningún precio y mucho menos del dinero. En cualquier caso si quisiéramos mantener la figura de precio, pudiéramos decir que el interés es el precio por el uso temporal del dinero que al final del periodo tendría que devolverse. Y en tanto precio por uso, el interés se regula por la demanda y la oferta del dinero usable. A mayor demanda sube la tasa de interés y a mayor oferta dicha tasa baja. Esta tasa de interés se mueve en razón inversa a la tasa de rendimiento de los bonos de renta fija, los cuales con la demanda suben su precio y baja su rendimiento.

Por otra parte se tiene la idea, errónea por cierto, de que hay dos clases de capitalistas inconexos, los prestamistas o financieros y los industriales o productivos. En realidad muchos de los fondos de financiamiento proceden del aparato productivo bajo las formas de los fondos de acumulación, de amortización, de pagos, etc. Y si los negocios son pujantes, esos fondos se van al sistema financiero. Aquí se localiza un problema cuando los fondos son depositados en el sistema transnacional de financiamiento y a través de éste, sale del país de origen. Con el capitalismo global metido en un país, la fuga de valores es inevitable porque tanto las utilidades como los depósitos en sus instituciones tienen al mundo como su mercado y sus intereses han dejado de ser nacionales. Por ello de repente el Estado Nación se encuentra insolvente para financiarse y máxime cuando se ha debilitado el aparato estatal.

En relación con las tasas de interés se tiene la idea que con tasas bajas acudirán los empresarios por préstamos para invertirlos en sus negocios. Y que con tasas altas acudirán los prestamistas a depositar sus dineros. La realidad es que si los negocios están en la pujanza los empresarios productivos no tienen necesidad de crédito y por tanto al bajar su demanda baja la tasa de interés. A la inversa, cuando la economía no anda bien, la demanda empresarial de dinero sube y con ella sube la tasa de interés. Otro aspecto que afecta a la tasa de interés es el relativo al aumento de divisas en el país y el mantenerse constante la demanda de dinero. El dinero circulante entonces tiende a apreciarse, lo cual equivaldría a una subida en el precio internacional de los productos de exportación dado que se requerirá mayor cantidad de dólares para su pago. Estos y algunos otros escenarios objetivos son los que han obligado al Banco de México a generar su política monetaria. En el país la tasa de interés inició su ruta bajista desde el mes de marzo del 2013 para en septiembre del mismo año estacionarse en 4%, en octubre en 3.5% y al llegar al 6 de junio del 2014 establecerla en 3%. Es muy evidente que quieren empatarla con el índice inflacionario del 3%, pero eso será otro asunto. Lo cierto es que los bancos privados están muy preocupados por la medida del banco de México y se achacan tal decisión a la debilidad de la economía. Sin embargo el circuito de la economía mexicana transnacionalizada ha reportado excelentes signos de éxito aunque el resto de la economía nacional esté por los suelos. Esta medida traerá consecuencias y pronto surgirán. En fin.