Cuentos cortos futuristas de Compostela (Del pasado)

14 / Agosto / 2014

Por Roberto Ortiz Madrid

Hace ya algún tiempo, poco más de una década para ser exactos, dio inicio en la Señorial e Histórica ciudad de Compostela, así como en la totalidad del territorio del mismo municipio, uno de los cambios más transformadores e impactantes de este siglo XXI; cambio que también logró transformar las conciencias de sus habitantes y elevó su autoestima de manera exponencial, creando así, una actitud altamente positiva y triunfadora.

Dicho cambio empezó a gestarse durante la administración municipal que, por segunda vez, le tocará encabezar a la Sra. Alicia Monroy de Cambero a mediados de la década pasada, quien de manera atinada y escuchando de verdad al pueblo, harto ya en ese entonces de que las decisiones de gobierno se tomaran de manera arbitraria, por capricho y hasta por venganza, contrató ella asesores que supieran cómo hacer las cosas.

Desde luego que no fue una tarea fácil, pues el perfil de estos asesores que el municipio requería para llevar a cabo estas tareas transformadoras no se encontraba a la vuelta de la esquina; tenían que ser expertos en sus respectivas áreas, honestos y con vocación de servicio. En esos años, y muchos más anteriores, todos los políticos, sin excepción, presumían precisamente de estos atributos durante sus campañas e incluso en funciones, pues contaban con un encargado de prensa que también se encargaba de engañar al pueblo tratando de dar una imagen como de santo o santa a su patrón (a) (según fuera el caso).

A raíz de un triunfo electoral muy cuestionado, hubo de necesitarse una reconciliación entre toda la población; sin embargo, lo primero que lograron los asesores fue convencer a la Presidenta Municipal de que llamara a colaborar en las tareas del gobierno a su principal oponente, el Ing. Gerardo Palomino; de igual manera llamó al candidato a diputado, quien también fue derrotado con un muy escaso margen, a Pepe Ocegueda y se iniciaron así las mejores gestiones de gobierno hasta ese tiempo habidas.
Hoy podemos decir, como ejemplo, que la autopista Jala- Compostela, cuya terminación se tenía programada precisamente para el 2014 y que sólo se tenía contemplado un carril por sentido y, sólo en algunos tramos pequeños un tercer carril, disgustó mucho a la población que se sintió engañada y, acompañando muchos de ellos a la presidenta municipal, fueron a hablar con el mismo Presidente de la República para hacerle saber que Compostela no estaba ni estaría nunca de acuerdo en que se nos condenara, de esta manera, a la mediocridad.

Actualmente es cosa común que una autopista se lleve meses en su construcción, ya que las etapas de la proyección, autorización y compra de los terrenos afectados se llevan un tiempo considerable, pero en aquellos años les prometían a nuestros ancestros una obra de cierta importancia (literalmente prometían. ¿Lo pueden creer?) y se llevaban, a veces, más de veinte años en su ejecución.

Pues bien, volviendo a nuestro ejemplo: se corrigieron presupuestos federales y estatales, se redujeron el número de casetas de cobro por el uso de la mencionada autopista y, en cosa de un año, se contó con la autopista Jala -Compostela que cruza nuestro municipio y que conecta con las autopistas Tepic – Compostela, Compostela – La Cumbre y con el Libramiento Compostela, (dicho libramiento nos lleva: rumbo al oriente, a la estación más moderna y funcional de tren ligero de la República Mexicana, que cuenta con amplio estacionamiento de cuatro hectáreas, totalmente pavimentado, iluminado y señalizado; de ahí, doblando hacia el norte y rodeando uno de los suburbios de Compostela, Miravalles, nos lleva, hacia el poniente, a las instalaciones de lo que fue la primer escuela Preparatoria del municipio –hoy convertida en museo-, después de pasar por debajo de la autopista Compostela – La Cumbre para entroncar, nuevamente, en la ya mencionada autopista Jala –Compostela), tal como se aprecia en la gráfica siguiente y que inauguró el Presidente de México. Se tenía la costumbre, hasta entonces, de que cualquier obra que se hiciere con los recursos nuestros, del pueblo, la inaugurara algún funcionario que, con esto, se sentía más importante.

Fue también, durante el mismo período, que se sentaron las bases para reducir el gasto excesivo de funcionarios innecesarios en la administración municipal. De doce regidores y un síndico (que disfrutaban de sueldos altamente apetecibles y contaban, además, con viáticos y gastos hasta para pago de celulares, gasolina, comidas, borracheras, hospedajes fuera de la ciudad, etc., etc.) se logró que en la posterior administración se redujeran a sólo dos regidores y un síndico y con entradas y salidas registradas en reloj checador, tal como se hace en las empresas.
Los aviadores, funcionarios que a discreción de las autoridades municipales o estatales sólo existían en nómina, pero que cobraban los mejores sueldos, desaparecieron por completo. El personal que laboraba en la Presidencia se redujo a una cuarta parte, ya que existían acuerdos para que se presentaran a laborar cientos de empleados entre parientes del líder estatal sindical, de sus delegados o de las propias autoridades y que, aunque ya existían las computadoras y demás herramientas para eficientar los trabajos, estos cientos de empleados sólo entorpecían las labores propias de la administración municipal y se dedicaban, más que a servir al pueblo con verdadero gusto, a despreciar el trabajo creativo de quienes sí trabajaban (los menos) y a consumir comida chatarra y refrescos ídem en horas de trabajo, creando verdaderos días de campo en las instalaciones administrativas y ejecutivas.
No tardaron los demás municipios en emular el ejemplo de Compostela, ya que de esta manera se redujeron considerablemente los índices delictivos, se crearon muchos y mejores empleos, se atrajeron inversiones en el campo, en la industria turística y en la industria de la transformación.

Compostela cuenta ahora con una infraestructura carretera de primer mundo; las calles de su capital, así como de todas las localidades del municipio, han sido pavimentadas mediante un moderno proceso que nos envidian otros países, pues son de gran calidad y, además, duran más tiempo. (Anteriormente se utilizaba, sobre el suelo crudo, un material pétreo con tierra suelta y, èsto, creaba más un verdadero problema para los conductores de automóvil, pues se destruían constantemente las suspensiones de sus vehículos al deslavarse estos pavimentados).
El sistema educativo municipal de Compostela es famoso en la Unión Europea, de donde han venido delegaciones para cerciorarse de los avances que hemos tenido en este sector; nuestra red de Universidades Compostelenses ha atraído a miles de estudiantes de los continentes europeo y asiático y muchos de ellos, ya graduados, se han establecido en nuestra ciudad, creando empresas que generan empleos y progreso, lo que le ha dado ese aire cosmopolita a nuestra ciudad de Compostela.

El tren ligero Compostela – Tepic es un ejemplo a seguir por los municipios de Tuxpan y Santiago que ya se aprestan a competir, en esta década, con la modernidad, seguridad, armonía y tranquilidad que se respira en Compostela. Los grandes centros comerciales con que contamos en nuestro municipio nada tienen que envidiar a los establecidos en Houston, New York, Hong Kong o San Francisco.

Vemos a continuación el centro comercial más recientemente establecido en nuestro municipio, en la localidad de Juan Escutia y que atenderá puntos cercanos como Carrillo Puerto, Mazatán y Zapotán:
Desde luego que continuaremos rememorando aquellos tiempos que marcaron nuestra diferencia y que las nuevas generaciones desconocen. Lo haremos para refrescar la memoria de aquellos a quienes nos tocó vivir las dos caras en la vida del municipio, el antes y después, así como para que nuestros jóvenes conozcan la triste y negra historia que antes nos tocó vivir.

Hasta la próxima!