LIBRE PENSAMIENTO: CHARLATANES INVANDEN ASPECTOS MÉDICOS

/ JULIO CASILLAS BARAJAS

20 / Mayo / 2015

Desde hace tiempo los medios de comunicación vienen denunciando que pacientes con VIH SIDA son víctimas de charlatanes que ofrecen medicina alternativa, no obstante que los enfermos deben recibir el adecuado tratamiento en la materia. Afortunadamente ya existen los centros ambulatorios para la prevención y atención del VIH – SIDA y de enfermedades de transmisión sexual, que son los CAPASIT, mismos que dependen de la Secretaría de Salud y de los Servicios de Salud de Nayarit los cuales están prestos para ayudar en estos graves problemas, pero no deja de molestar que los vivales quieran sacar dinero abusando de la buena fe de los incautos que se dejan.

Es lamentable que sigan dándose estas anomalías provocando que muchos enfermos, al perder tiempo con ‘métodos alternativos’ lleguen en muy malas condiciones a los centros hospitalarios.
De tal forma, nos comentaron expertos que es necesario que la gente sea más consciente de su salud y confíen en las instituciones dedicadas a la atención de estos enfermos. Ojalá se inicie una campaña más firme de orientación para que la población afectada por ese padecimiento sepa que el Gobierno de la Gente les puede ayudar más, mucho mejor, que esos negociantes que enganchan a los pacientes con frases y propuestas de ilusión y esperanza sin resultados médicos comprobados o satisfactorios.

ABUSIVOS EXPLOTADORES DE LA IGNORANCIA
Por otra parte, la sociedad también ha comunicado los abusos y la proliferación de corrientes que ofrecen ‘sanaciones’ milagrosas pidiendo que la Secretaría de Salud intervenga de algún modo en contra de los charlatanes y probables curanderos que podrían afectar más a los pacientes que acuden a ellos.
Sabemos de antemano que en todos los casos, mediante la propaganda institucional y oficial, a los enfermos se les dice que es mejor acudir con el médico en caso de problemas de salud antes de ir ante quienes no les pueden ofrecer los mismos resultados. La propia iglesia católica ha dicho que las sanaciones ‘milagrosas’ no existen pero incluso en radio y televisión aparecen vivales ofreciendo talismanes o aguas milagrosas para curar padecimientos, sin que nadie haga algo, seguramente porque los afectados jamás presentan una denuncia. Acatarran con programas de TV donde ‘venden’ salud y felicidad a la gente incauta sabedores que todo se trata de un engaño y un montaje peor que el que hizo García Luna en el caso de la francesita liberada.

Empero, debemos reconocer que no se descartan circunstancias que obligan a muchas personas a acudir con los curanderos o supuestos sanadores hartos de los malos servicios en consultorios privados o de oficinas públicas. La situación económica precaria, la ignorancia, la mala orientación o la falta de buena atención en la medicina privada o pública los orillan a los ciudadanos, en su desesperación, a descansar sus problemas en gente abusiva y sin los conocimientos o herramientas profesionales para sanarlos.

SE APROVECHAN DE LAS NECESIDADES DEL PUEBLO
Falta de empleo, estados emocionales cambiantes y otras necesidades arrojan a muchos pacientes a buscar ‘la rapidez’ en la medicina alternativa o ir a los centros que instalan los charlatanes o vividores que se anuncian públicamente aduciendo que tienen pactos con Dios o capacidad de hacer milagros, sin ser cierto, naturalmente. En pocas palabras, los curanderos o los yerberos (aunque algunos sí saben de las bondades y beneficios de que nos otorga la madre naturaleza) se aprovechan de la pobreza y la ignorancia de la gente gozando con las limitaciones o carencias del sistema nacional de salud. Es necesario, pues, que se intensifique una batida contra embaucadores y falsos sanadores que han proliferado en Nayarit. Ojo con eso, porque a diario aparecen en la televisión y como si nada, Cierto, faltan denuncias concretas sobre hechos reales para que las autoridades intervengan, pero algo podría hacerse para proteger a las familias, cuando menos investigar e impedir el lucro desmedido contra enfermos desesperados.
VEREMOS Y DIREMOS.