Cuestión: Los diputados y la cultura de la prevención

Por: Marco Vinicio Jaime

21 / Julio / 2015

La Diputación local, aprobó los últimos días una adición al artículo 122 bis de la Ley de Salud para el Estado de Nayarit, el cual establece la implementación de programas de educación, prevención, información, socialización y sobre todo de la detección de de cáncer de mama y cervicouterino,

Con la adición de este artículo aprobado en la Trigésima Primera Legislatura del Congreso del Estado -Se informó-, la Secretaría de Salud podrá contar con la colaboración de los 20 Ayuntamientos de la entidad, clínicas particulares o patrocinadoras del sector privado, en caso de que resulte necesario, para que en los lugares en los que no se cuente con clínicas del sector público se provea la realización de forma gratuita de los estudios médicos de detección de este tipo de cáncer.

Toda vez que el derecho a la protección de la salud tiene como finalidad el bienestar físico y mental de las personas para contribuir al ejercicio de sus capacidades, la prolongación y mejoramiento de la calidad de vida, tal y como se establece en el artículo 2° de la Ley de Salud en Nayarit, la diputación local da paso al inicio de una esencial corresponsabilidad en el esfuerzo inalienable por asegurar desarrollo y calidad de vida.

Es un hecho que muchos de los problemas presentes, bien pudieron haber tenido un cerco estratégico desde su inicio mismo, y en consecuencia frenar sus impactos más desfavorables, o aún ahora, facilitarse un control importante por medio de la prevención, que aúna la efectividad precisa de la coordinación colectiva.

Por ello, la valía de la prevención supera al de la solución, la cual permite pues adelantarse al problema y mitigar sus efectos, de ahí la invaluable necesidad de contar con un plan debidamente estructurado que parta de diagnósticos fidedignos al igual que el del impulso de tal cultura de la prevención que llegue a erigirse en factor esencial en la formación del pueblo.

La concurrencia responsable de la ciudadanía en este y otros campos de igual envergadura, se logra sobre la base de líneas de acción congruentes entre lo dicho y lo efectuado por la autoridad rectora en una clara sinergia a su vez con cada elemento de la estructura que integra a poderes y órdenes de gobierno. Así, la observancia del ordenamiento como resultado final, deberá ir más allá de la coacción de verlo en un compendio de leyes, y sí del convencimiento racional tras de garantizase con la fuerza de los hechos su propia utilidad.

De esta manera, cualesquiera de las convocatorias legales que se aprueben a fin de fomentar cultura de la prevención, revisten especial importancia en pro de mejores circunstancias en el desempeño político, económico, social y cultural, entre las más generales, ya que según el concepto aristotélico no hace falta perfección, sino practicidad para asegurar eficacia tangible para todos. De ahí que a falta de dichos elementos haya tantos problemas como soluciones, donde estas últimas nunca alcanzan curiosamente a erradicar de raíz a los primeros, quizá al ceñirse a una rebasada mercadotecnia de desastres consentidos y catástrofes provocadas, al margen por supuesto, de toda política comunicacional y de oficio para compenetrarse estratégicamente en la realidad social.

De conformidad, se reconoce pues la acción preventiva del Congreso por ahora en el tema de la salud, que seguramente habrá de sumar a cada vez más de orden neurálgico como el arte y la cultura, los valores o la seguridad. Siendo así, la sociedad misma lo reconocerá y apoyará, en función de los beneficios que reciba y de la responsabilidad que asuma ya por su parte el Poder Legislativo de todo lo que vaya dando vigor. ¿Se obtendrá el éxito que espera la gente? Que así llegue a ser entonces.