¡Qué importan los perfiles si llevan la bendición del padrino!

05 / Agosto / 2015

Por Fernando Gutiérrez Meza

Es común observar en los medios el señalamiento que tal o cual funcionario no tiene el perfil, la carrera o capacidad para desempeñar determinado cargo de primero, segundo o tercer nivel, pero trae la más importante recomendación del padrino o dedo divino que habla por el amigo, ahijado (a) o el pariente pobre. Lo anterior es común percibirse en los tres niveles de gobierno, en que es normal observar en Secretarías, Direcciones, Delegaciones o Subdirecciones a gentes inútiles e incapaces que no rebuznan porque no se saben la tonada, pero con el simple escuchar hablar se ve la ignorancia a flor de piel.

Son pocas las dependencias como la PGR o el CEFERESO en que se exige en principio carrera profesional y licenciatura, aunado al examen al que se someten los interesados, en el resto de instituciones no dan esa importancia y cualquier hijo de cuico, chofer o valet parking puede acceder a los cargos. Una manera de negar una oportunidad a un profesionista sea hombre, mujer o de cualquier diversidad es inmediatamente pedir un título profesional, tras haberse hecho una respectiva evaluación de su físico, estado civil, condición social o apellido rimbombante. Hay damitas universitarias que aprobaron todos los exámenes con diez, quedaron exentas o se titularon con honores, pero desafortunadamente viven en la sierra, en la colonia popular o en el barrio pobre, y corren con poca suerte que les ofrezcan una oportunidad de acceder a un puesto en determinada dependencia, del color o partido que sea.

Sin embargo, hay otras u otros con medidas de sesenta noventa o fisicoculturistas en el caso de los varoncitos y se observan en cargos de nivel, sin importar que éstos no sepan ni la O por lo redondo, no cuenten con el perfil y menos con título o carrera para el cargo que ostentan, como algunos ejemplos que hemos tenido, pero en otros Estados del país, aquí en Nayarit no sucede, quien lo asegure está en un error o sufre de problemas de la vista. Con excepción de la política en la mayoría de los cargos del servicio público se requiere de profesión, pues para ser regidor, diputado o senador, no se habla de preparación o carrera, cuando debiera ser lo contrario, pues en las distintas Cámaras donde se elaboran las leyes, se realizan reformas a los Códigos o la Constitución y lamentablemente lo hacen personas preparadas y conocedoras del derecho o de temas de interés social.

Algunos de los mal nombrados representantes del pueblo, no han cursado kinder o primaria, pero gracias al dedo divino y la ignorancia de otros más burros que ellos, que votan los días de elección han logrado acceder a las Cámaras y disfrutar de las delicias del poder y los jugosos sueldos que perciben. Simplemente por levantar el dedo y aprobar las iniciativas que envía el patrón en turno, cuestión que ocurre en otros lugares del país, nada que ver en nuestra tierra que gobernó Carlos Salinas, Ernesto Zedillo o el ideólogo y folclórico Vicente Fox Quezada, el hijo desobediente de Felipe Calderón y actualmente don Enrique de la Peña y Nieto, que recompone el país que le heredaron sus antecesores.