Layín convence a tuxpenses, señala que políticos no han servido

05 / Octubre / 2015

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- Hilario Ramírez Villanueva, el amigo Layín como le gusta que lo llamen, volvió a dar la nota como coloquialmente decimos los periodistas al llenar la plaza de armas del poblado de Tuxpan a donde fue invitado por un grupo de amigos, y señalar que primeramente dios y el pueblo pone en los cargos públicos a quien consideran que harán buen papel.

Ya encarrerado en su discurso Layín, expresó que los políticos actuales nada más son saludadores, cuando en campaña pero que cuando llegan a obtener el triunfo ya en la cámara de diputados o en la cámara alta del senado, cuando ya sienten que están posicionados en el cargo nos mandan a chingar a mil madres, afortunadamente yo no soy de esa clase de políticos, es más ni político soy, no soy rico porque el dinero que gano se lo doy a la gente que menos tiene, ustedes lo han visto soy persona de trabajo yo no vivo de la política, estoy aquí porque ustedes lo pidieron porque ustedes me han invitado a que acuda a visitarlos.

Yo voy a donde ustedes me lo pidan, solamente si les digo vamos a ir juntos si así lo quieren en el 2017, y cuando digo que con todo, es porque vamos a ir con todo, interrumpiéndolo la concurrencia con una atronadora salva de aplausos.
Y pues luego de ver el acto y de escuchar los comentarios que hacían cientos de personas una vez que concluyera, me hace pensar que cuidado, cuidado con Layín, ya que aún que diga Toño Echevarría que es un payaso, y Francisco Castellón Fonseca, que es una mona de jaripeo, las circunstancias dicen lo contrario. Layín podrá no tener tablas para ofrecer un gran discurso que cimbre el interior de los hombres y mujeres que lo escuchan, pero sus acciones provoca que la gente crea en él, alguna vez me dijeron que a quien consideraba un mejor político si a Manuel Narváez Robles, o a Sergio González García el Pipiripau, y mi respuesta inmediata fue en el sentido de que era mejor político sin duda Narváez Robles, pero el que tenía la gente en ese momento era el Pipiripau. Así las cosas con Layín; así es que aguas