Necesario que se especifique en etiquetas de productos procesados si son libres de Gluten: Hilaria Domínguez

06 / Abril / 2016

Preocupados por la salud de los mexicanos, senadores del PRI avalaron un punto de acuerdo que exhorta al Ejecutivo federal para que la Secretaría de Salud cumpla con lo establecido en las normas oficiales mexicanas que obligan a que los productos alimenticios industrializados o procesados libres de gluten lo especifiquen en su etiqueta.

En nombre de su Grupo Parlamentario, la senadora Hilaria Domínguez Arvizu destacó la importancia de que en la etiqueta se especifique con claridad si los productos están libres de este producto ya que aquellas personas con enfermedad celíaca son sensibles a este compuesto.

En este sentido, reveló que en nuestro país, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social demuestran que al 2010 por lo menos el 2.6 por ciento de los mexicanos ( 2.6 millones) padecen la enfermedad celíaca.

En el 2007, el Instituto otorgó 249 mil 923 atenciones en todos sus niveles a nivel nacional en el servicio de nutrición, 308 mil 256 consultas en el servicio de gastroenterología y 260 por enfermedad celíaca, detalló.

Hilaria Domínguez abundó que este padecimiento afecta a cada persona de manera diferente. Los síntomas, dijo, pueden ocurrir en el sistema digestivo o en otras partes del cuerpo. Una persona puede tener diarrea y dolor abdominal, mientras que otra puede sentirse irritable o deprimida. La irritabilidad es uno de los síntomas más comunes en los niños. Algunas personas no tienen síntomas.

En niños: suele presentarse diarrea crónica (síndrome de mala absorción), vómitos reiterados, marcada distensión abdominal, falta de masa muscular, pérdida de peso, retraso del crecimiento, escasa estatura, cabello y piel secos, descalcificación, inapetencia, mal carácter o irritabilidad, alteraciones en el esmalte dental, dislexia, autismo, hiperactividad etc, indicó.

En adolescentes: dolor abdominal, falta de ánimo, rechazo a la actividad deportiva, retraso en el ciclo menstrual y frecuentemente baja talla comparativa con los hermanos o llamativamente menor en función de lo esperado por la altura de sus padres, retraso puberal, estreñimiento, queilitis angular, aftas recurrentes, anemia ferropénica, cefaleas y en adultos: osteoporosis, fracturas, artritis, diarreas, estreñimiento, desnutrición, abortos espontáneos, hijos recién nacidos con bajo peso, impotencia, infertilidad, pérdida de peso, anemia ferropénica, caída del cabello, colon irritable, menopausia precoz, astenia, depresión, epilepsia, neuropatías periféricas, cáncer digestivo, mencionó .