General Andrade Cisneros un ejemplo de actualidad

21 / Abril / 2016

Manuel Salinas Solís

Haciendo alusión a que a los servidores públicos se les colmaba de elogios cuando llegaban a ocupar el puesto y recibían rechiflas cuando lo abandonaban luego de deslucidas actuaciones, existe un antiguo adagio que se supone data de tiempos de la Colonia, según el cual no es lo mismo virrey que llegas a virrey que te vas. Esto no reza con el hasta hoy Comandante de la Décima Tercera Zona Militar con cabecera en esta ciudad.

No reza con él, porque el General de Brigada Diplomado de Estado Mayor Miguel Andrade Cisneros, a punto de entregar, si no es que ya lo ha hecho, el mando de tan importante responsabilidad militar para entrar en situación de retiro según lo disponen las leyes militares vigentes, se va de Nayarit, pero lo hace entre unánimes aplausos.

Proveniente de otras importantes tareas que dentro del instituto armado le tocó desempeñar, tanto en el país como en el extranjero, el general Andrade arribó a nuestra entidad hace poco más de un año, luego de tener a su cargo con éxito notable la 42 Zona Militar en Chihuahua.

La movilidad que tienen los altos mandos militares por todo el país es asunto cotidiano y normal que no sorprende a nadie. Así se acostumbra por razones de conveniencia en el servicio. Lo que en este caso otorga singularidad y concita interés, es el hecho no del relevo en sí, sino de la categoría y nivel del relevado que se despide. El general Andrade Cisneros a pesar de su corta estadía con nosotros, en muy poco tiempo supo, sin ser hiperbólicos, granjearse el respeto y simpatía de todos los grupos sociales.

Sin menoscabo de la seriedad y reciedumbre que uno espera siempre de los hombres que llevan el uniforme de nuestro ejército y del pundonor a que están precisados en el cumplimiento de sus naturales tareas, Andrade Cisneros es persona de trato afable y educado con una inagotable sensibilidad hacia la gente de todos los niveles y condiciones.

Sus extraordinarias dotes de comunicación para mantener contacto con todo mundo le fueron siempre reconocidas y elogiadas. Con inteligente tacto supo mantener abiertas de par en par las puertas de la institución a su cargo, para que la sociedad nayarita conociera de primera mano cuál, cómo y qué importante es la actuación del instituto armado en Nayarit, del modo en que lo es por supuesto en toda la república. Su actitud de total transparencia, hizo que nuestros paisanos confirmaran el respeto que de suyo les ha merecido siempre. De talante siempre bien dispuesto, hizo cuando fue requerido para ello, que las fuerzas a su mando colaboraran activamente en tareas públicas locales. Lo hizo con todas las instancias y poderes y lo supo hacer con altura de miras y con clase, sin desdoro de la autoridad y natural respeto que demanda siempre la institución por él representada.

Oaxaqueño de origen como lo han sido muchos brillantes militares que han figurado y figuran a lo largo y ancho de la historia del país, el general Andrade Cisneros, hombre de cultura y amante de las expresiones artísticas, deja además una herencia a la vista de todo aquél que pasa frente al cuartel. Las esculturas que hace poco se develaron sobre el exterior de la comandancia militar y que tienen un doble valor y simbolismo, el representado propiamente en ellas y el estar hechas por manos de soldados que trocaron armas en objetos de creación para el deleite artístico.

La sincera y valiente actitud del general Secretario Cienfuegos que hace días pidió públicas disculpas por la conducta vergonzosa y condenable de malos elementos filtrados en el Instituto, encuentra razones y sólidos argumentos en el ejemplo que con su actuación intachable deja un verdadero soldado de la república como lo ha sido a lo largo de 45 años —toda la vida— el señor general de brigada, diplomado de estado mayor, Miguel Andrade Cisneros.