LA CREME: NUEVA MODALIDAD DE ROBOS

Por Norma Cardoso

16 / Mayo / 2016

Nos hemos enterado de un nuevo modus operandi que los amantes de lo ajeno andan realizando en los autobuses de pasajeros, en esta ocasión del Transporte del Pacífico.

No cabe duda que las ratas de dos patas se las ingenian para cometer ilícitos y de esta manera, burlar a las autoridades que deben de proporcionar seguridad a la gente.

Nunca pensó una señora del municipio de Santiago Ixcuintla, que sería víctima de ladronzuelos quienes los despojaron del fruto de su trabajo de varios meses y de un préstamo para comprar los insumos para su negocio.

Esta persona, como en ciertas ocasiones cuando consigue dinero para invertirlo, y así, hacer quesos y panelas; colocó sus productos en dos hieleras, las subió en un diablillo con el que se apoyaba para ir por las calles vendiendo sus mercancías. Nunca se imaginó que ella sería una víctima más de la delincuencia.

Esperó en el Crucero de Villa Hidalgo, con sus dos hieleras, un diablito y una maleta con ropa para quedarse dos días en la capital nayarita. Minutos más tarde, llegó el autobús.

El boletero la ayudó a subir sus pertenencias a la parte de equipajes, pagó, le dieron su boleto, se sentó en donde pudo y se dispuso a esperar a llegar a su destino, no sin antes pedirle a Dios tener un buen viaje.

Iban varias personas conocidas, algunas provenientes de Tuxpan, otras vecinas de Villa Hidalgo y sus alrededores.

Pensando que le iba ir bien con las ventas, llegó a la central camionera, bajo los escalones, con la lentitud de sus más de cincuenta años, esperó al boletero para que le diera su mercancía. ¡Cuál fue su sorpresa! Que las hieleras, el diablillo y su maleta habían sido sustraídas.

El chofer y el boletero, dijeron que ellos no sabían nada. Fue a las oficinas de la línea de autobuses y habló con la persona encargada quien cínicamente le dijo que hiciera como le hiciera, que, al fin y al cabo, ellos no le iban a pagar nada, que pusiera una demanda, que no le iban hacer caso. Que así ha pasado y a nadie le han pagado.

De acuerdo a lo que investigó la víctima, alguien vio que fue en el área llamada las banderas donde sacaron sus hieleras y las subieron a una camioneta, esto supuestamente en contubernio del chofer y el boletero, puesto que ellos ya conocen a la señora vendedora de quesos y sabían de antemano que esas hieleras eran de ellas.

Ahora, la señora ha tenido que poner una denuncia ante la Fiscalía por robo, en donde cree que sí prosperará y piensa que de un momento a otro se investigue al chofer, que le dijeron que se apellida Borrego y al boletero que sabe que lleva por apodo el aguas, ya que quiere que paguen por los, aproximadamente, cinco mil pesos, del costo total de lo robado.

También tuvo que ir a la Profeco, delegación Nayarit, el elefante blanco, donde las empresas grandes, nunca se presentan a conciliar y las multas que les hace la Procuraduría Federal del Consumidor, siempre recaen en un bufete de abogados que consiguen la nulidad, y al final no pagan nada.