CON PRECAUCIÓN: Posibles boletos apócrifos

Por Sergio Mejía Cano

17 / Mayo / 2016

Se entiende que cuando una persona aborda un vehículo para viajar, ya sea dentro de la misma zona urbana o fuera de ella e incluso allende las fronteras, tiene que recibir un boleto que ampare el seguro del viajero, tanto física como de su posible equipaje; sin embargo, en el servicio de trasporte urbano el que se le dé boleto a quien se ve en la necesidad de tener que trasladarse de un lugar a otro, se ha convertido en una práctica común que esto no suceda, y en caso que se le dé un boleto de viajero, dicho boleto no coincide con el número de la unidad o no trae ningún número y mucho menos la leyenda habitual que debe traer todo boleto, de que ampara el seguro de vida del portador.

Este pasado domingo 15 del presente mes, alrededor de las 20:30 horas, en las inmediaciones de la estación del ferrocarril abordo un camión de la ruta Mololoa, por circunstancias especiales pago medio boleto presentando mi credencial de la senectud, el chofer me da un boleto que en letras mayúsculas dice en letras grandes ESTUDIANTE, y en letras más pequeñas señala: BUENO POR UN PASAJE, presentando el número de folio 170684 y no más; dicho boleto no marca el número de la unidad ni la línea a la que pertenece la unidad y menos la leyenda habitual de que ampara el seguro del viajero. Busco el número del camión al frente y por encima del chofer, pero como está oscuro no logro distinguirlo, y al bajar por la puerta trasera, busco el número en la parte posterior y no lo trae pintado; al estar en el suelo miro que la unidad es la número 412, y al buscar la placa para tomarle el número, veo que no trae placa de tránsito.

Lo anterior no es un hecho aislado, ya que por lo regular en muchas de las unidades de las diversas rutas citadinas, su conductor no da boleto, y quien sí lo da, es común que el número que está impreso en el boleto no coincida con el que muestra la unidad o bien, en el interior por arriba del chofer a veces se ve un número precedido por las siglas URB-, y lo curioso es que en la parte trasera dentro del mismo camión, se ve otro número y más curioso aún, es que por fuera hay otro número muy diferente a los que trae en el interior. Pero en ocasiones ninguno coincide con el que muestra el boleto que se le entrega al pasaje y, como se señala líneas arriba, tampoco trae la leyenda de a qué línea y ruta pertenece dicho boleto; por lo que en el no tan hipotético caso de que se dé un accidente, ¿a quién o quiénes se les va a reclamar el dichoso seguro del viajero? ¿A qué línea o ruta se le va a reclamar que pague los gastos médicos o funerarios de quien fue víctima del conductor de la unidad, siempre y cuando el pasajero se haya lesionado a bordo o al bajar de la unidad?

Es comprensible que el chofer de un camión no tenga nada que ver en la impresión de los boletos que le dan para la venta y que tenga que entregar al público usuario; y parecería cosa menor para alguien y que piense que esto no tiene nada que ver en realidad; sin embargo, vamos a suponer que hay un accidente en donde los pasajeros que van a bordo de una unidad resultan lesionados, o que al pretender bajar de la unidad el conductor reanuda la marcha y el pasajero cae por el movimiento inesperado, entonces, ¿cómo podrían demostrar los pasajeros o el pasajero en particular que al momento de resultar lesionado viajaba en determinada unidad si el boleto que muestra no trae el número ni la ruta y mucho menos la línea a la que pertenece la ruta? Porque llegado el momento del alegato, tanto el mismo chofer como los permisionarios o concesionarios podrían pedir pruebas fehacientes de que mostraran claramente los accidentados de que en realidad viajaban en alguna unidad determinada, ¿cómo?, si el boleto no muestra nada de nada más que un número de folio que dado el caso, sería legalmente irrelevante por no comprobar nada de nada respecto al número de la unidad, la ruta y la línea; los concesionarios o permisionarios podrían alegar que esos boletos podrían pertenecer a cualquiera otra ruta o línea, y así ¿cómo alegarles? Porque es de suponer que el hilo se revienta siempre por lo más delgado, así que ¿cómo podría ganar un ciudadano común a un pulpo camionero que podría tener todos los ases a su favor?

Lo malo de todo esto es que no es un problema reciente, sino que de siempre y al parecer nadie quiere meter mano en revisar el porqué muchas rutas no dan boleto o que sí los dan, pero que no son los correspondientes. Aquí hay tele de dónde cortar. Pero en fin. Sea pues. Vale.