CON PRECAUCIÓN: Prevalece la institucionalidad y disciplina

Por Sergio Mejía Cano

01 / Junio / 2016

Este inicio de semana la mayoría de los diarios locales y portales de internet referentes a Nayarit, resaltan la nota de que en el Congreso Estatal se aprobó la reforma político-electoral, poniendo énfasis sobre todo en que quien ocupe la gubernatura del estado el próximo período estará en ese cargo únicamente cuatro años, lo mismo diputados y presidentes municipales, para así empatar una parte de las elecciones federales con las locales.

Una parte, porque de acuerdo a algunas voces que se oyen, lo óptimo hubiese sido que el empate habría sido mejor y más completo si las de la gubernatura fueran a la par de la Presidencia de la República. Sin embargo y de acuerdo a lo que dicen los analistas, así está bien, porque de los males es el menor debido a que con esta reforma se evitará que durante todo un período sexenal estuviera constantemente saturado de elecciones, pues tal y como están las cosas actualmente, apenas terminan unos comicios cuando ya están en puerta los otros; pero con esta reforma, solamente habrá dos elecciones durante un sexenio y esto es lo que posiblemente dio pie a que la reforma político-electoral en comento haya sido aprobada por unanimidad, sin que se hayan dado las negativas de siempre que solo por ir en contra acostumbran algunas bancadas de determinados partidos nada más para darle la contra a la oposición o a la mayoría en turno.

Se entiende que por ejemplo, Nayarit al igual que las entidades que este próximo domingo 5 de junio tendrán elecciones, diferencian sus fechas electorales debido a situaciones históricas, por su fundación o como en el caso de Nayarit que se convirtió en estado en 1917, y por ser estados libres y soberanos que en determinada fecha comenzaron a consolidarse como tales, de ahí que las elecciones de la mayoría de los estados de la República sean en diferente fecha y no acordes a cuando se tiene que elegir al Presidente del país; sin embargo, ya varias entidades han logrado empatar las fechas de sus comicios con las elecciones a nivel federal, si bien algunas no completamente como es el caso reciente de Nayarit, otras entidades están a la par con las federales.

Hay voces que desde siempre han dicho que sería una buena decisión que se empataran de bien a bien las elecciones estatales con las federales de una buena vez, para así, nada más en dos fechas, una cada tres años, el país se viera envuelto en los comicios; sin embargo, otras voces afirman que en principio se pondría en entredicho eso de estado libre y soberano, aunque en determinados casos esto no aplique como debiera; pero por otra parte, sería muy engorroso para el Instituto Nacional Electoral (INE), organizar los comicios en todo el país en una sola fecha, porque si de por sí, tal y como están las cosas hoy en día, su trabajo deja un mal sabor de boca en la ciudadanía, así que en caso de que tuviera que atender de un solo golpe los comicios de 32 estados en donde aparte de las de para Presidente, atender las de gobernadores, legisladores, presidencias municipales, etcétera. Así que mientras esté repartido el trabajo electoral, podría estar mejor la cosa, aparte de soterradamente se aplique aquello de divide y vencerás.

Ahora bien: respecto a los cuatro años que tendrá que ejercer el próximo gobernador o gobernadora en Nayarit , se dieron varias especulaciones entre varios sectores de la población referentes a la duda de a ver quién, entre los suspirantes, se aventaba ese trompo a la uña, y más cuando se hablaba también de la posibilidad de que dicho mandato durara solamente un año; sin embargo, ahora vemos que la institucionalidad y disciplina ha prevalecido entre los más vistos que se dice, aspiran a llevar las riendas del estado, y esto porque un verdadero político que se precie de serlo, sabe de antemano que cuatro años son más que suficientes para demostrar una buena capacidad de administración; y no nada más cuatro años, sino que un verdadero estadista con dos años o menos consolida su mandato de tal manera que ya lo demás es coser y cantar. Y no como se ha visto en otras ocasiones en que durante seis largos años, nomas no se vio ninguna consolidación ni calidad de mandato ni mucho menos. De ahí el no cumplir con promesas de que a la mitad del mandato el pueblo se lo hiciera saber.

Esto de los cuatro años en la gubernatura no es nada nuevo en el país, y no solamente por interinatos, sino por elección directa, como en el caso de Michoacán, en donde a Leonel Godoy le tocó gobernar nada más ese tiempo, ¿y?