Estado de los estados:_ Primeros rounds para 2018

Por: Lilia Arellano

01 / Junio / 2016

Ciudad de México.- Las campañas que concluyen en las 12 entidades donde se renovarán gobernadores el próximo domingo se caracterizaron por la guerra sucia: duelos de acusaciones, filtraciones de supuestas corruptelas, presuntos vínculos con el narcotráfico y riquezas malhabidas al amparo del poder. A corto plazo, la importancia de estos comicios está en la concentración del 30% de la lista nominal de electores. Estas elecciones son, fundamentalmente, una lucha de control regional para la movilización del voto, el cual es de suma importancia para ganar los próximos comicios federales. De perder terreno en estos estados por el efecto Peña Nieto, el PRI tendrá serias dificultades para dominar las elecciones presidenciales del 2018. Son apenas los primeros rounds de una amplia pelea ya iniciada.

Seguramente existe algún argumento utilizable para justificar la presencia de ex mandatarios incómodos, de aquellos de arrastre como el cambio ofrecido: en reversa y de caída. Dos de ellos, los máximos representantes en su momento del Partido Acción Nacional (PAN), están personificados en Vicente Fox y Felipe Calderón, ambos traidores a la organización de la cual resultaron como abanderados y a los millones de mexicanos creyentes de sus discursos y ofrecimientos de transformar al país. Los blanquiazules se han distinguido durante las últimas décadas por las negociaciones y las traiciones, mismas notorias en sus propias bases, hacia sus militantes y también candidatos, como es el caso de Josefina Vázquez Mota.

Por si lo anterior fuese menor, han buscado alianzas incomprensibles sólo justificables ante el derrumbe dentro de sus filas, situación por la cual también atraviesa su aliado, el PRD. Y, en ese maremágnum sobresale la selección de priístas en fuga, caracterizados por acciones en donde se resalta la ambición tanto económica como la del poder. En las 12 gubernaturas en juego se perfila como ejemplo a no seguir lo registrado a diario en Veracruz. Ahí, ninguno de los ex presidentes y menos aún el ex secretario de gobernación panista, Santiago Creel, logra convencer al electorado de la limpieza del nombre Miguel Ángel Yunes Linares, como tampoco puede abonar mucho al suyo, a la moralidad de su conducta mostrada al negar a la hija procreada con la ex Aventurera Edith González.

Yunes Linares ha ocupado mucho papel y tinta en su trayectoria. Los señalamientos de mala conducta dieron inicio, públicamente, cuando fue señalado por entrampar a Cuauhtémoc Cárdenas durante el Carnaval veracruzano, evento en el cual organizó un baile para el ex dirigente moral perredista, llevando como pareja a un travesti. A partir de ese hecho todo lo referido a su persona es creíble. Según el frustrado aspirante a la candidatura presidencial sostiene la existencia de unidad panista en el presente, misma puesta al servicio electoral en el 2018 al lado, obviamente, del PRD. La inexistencia de esta unidad es visible al mostrarse desde ahora el rechazo a las aspiraciones de doña Margarita Zavala, las críticas al líder nacional de ese partido, Ricardo Anaya.

Es necesario señalar la existencia de sólo cuatro panistas en la contienda por las 12 gubernaturas. Se trata de Francisco García Cabeza de Vaca, por Tamaulipas; Aguascalientes va con Martín Orozco; Javier Corral por Chihuahua; y en Tlaxcala abanderaron a Adriana Dávila. Es decir, ha sido tan pobre su penetración y el resultado de las contiendas intermedias durante los mandatos presidenciales blanquiazules, que no cuentan ni siquiera con la mitad de militantes de su partido garantes de buena aceptación y probable triunfo. De ahí y vista la situación similar de sus aliados, el refugio se presentó con los desertores tricolores, con aquellos dispuestos a emigrar cuando no lograron su ambición de ser candidatos y por ende aspirar a un poder mayor a los ya sustentados.

Expriístas bajo la bandera blanquiazul son: Antonio Gali Fayad, Puebla; José Rosas Aispuro, Durango; Rafael Flores en Zacatecas; Miguel Ángel Yunes, Veracruz; Francisco Berganza, Hidalgo; José Estefan Garfias de Oaxaca; Sinaloa tiene como abanderado del panismo a Martín Heredia; y Carlos Joaquín González en Quintana Roo. En cada entidad hay toda una historia a escribir con los antecedentes y el porqué de no resultar ninguno de los mencionados calificado para contender. En Puebla, de todos es conocido el apoyo irrestricto del actual mandatario Rafael Moreno Valle a Gali Fayad, por lo tanto esta gubernatura bajo cualquier sigla será utilizada por el poblano para su despegue a la candidatura presidencial. El PRI, por supuesto, no serviría de trampolín para tal propuesta.

Rosas Aispuro es la segunda ocasión en la cual contiende y en ambas fue claro el rechazo priísta por los antecedentes ligados a su mala relación en la Comarca Lagunera, su actitud prepotente y lo disfuncional de la familia. Sabedores de la derrota en Zacatecas optaron por no ocupar a ninguno de los ubicados a nivel federal y se inclinaron por otro ex priísta con la esperanza de una anulación electoral a partir de la cual impulsar sin aliados a Rafael Flores.

Berganza, Garfias y Heredia no tienen muchas posibilidades, sus antecedentes los entierran, de ahí la negativa tricolor a postularlos.

PARADA CARIBEÑA

El caso de Carlos Joaquín González tiene eventos registrados altamente significativos e iniciados en campañas anteriores, lo cual subraya las actitudes presentes. Como se recordará, también ambicionó la candidatura priísta hace cinco años, cuando la definición del abanderamiento sugería dos nombres: Roberto Borge y Carlos Joaquín. Éste último sentenció públicamente su intención de causar revuelo en la entidad e incluso renunciar al tricolor. Hizo negociaciones bajo el amparo de la entonces presidenta del PRI, Beatriz Paredes, a cambio de no abandonar esas filas y con la supuesta invitación blanquiazul a convertirse en su candidato. Logró posiciones al por mayor: la selección de abanderados a las presidencias municipales de Benito Juárez, Solidaridad y el recién creado Tulum, además de curules y la reintegración de los gastos hechos en campaña.

Todo le fue otorgado e incluso lo nombraron titular de la Secretaría de Turismo estatal. Posteriormente, tuvo la candidatura por la diputación federal, posición para la cual el PRI lo hizo triunfador. A partir de entonces se dedicó a pregonar el apoyo y el compromiso existente para ser el sucesor de Borge –a quien nunca le levantó la mano habiendo resultado triunfador tanto en la contienda interna como en la electoral, alejándose por completo de la etapa de campaña y de todos los eventos cívicos e informes gubernamentales en la entidad-, contraído, presuntamente, tanto por el entonces líder nacional tricolor Humberto Moreira, como por quien ocuparía la titularidad del Ejecutivo Federal. Ambos, resultaron falsos.

Aparece ahora como abanderado de la alianza PAN-PRD y se hace acompañar por quienes gozan de la mayor mala fama pública, entre ellos el ex presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, pareja permanentemente avecindada en Cozumel. Calderón escenificó el pasado domingo un evento que lo dibuja tal cual: iba conduciendo una camioneta –no se ha dicho si en estado de ebriedad- y se estampó en una casa a causa de la realización de una torpe maniobra seguida de la imprudencia de saltarse la señal roja del semáforo. Como es costumbre, la mentira fue esgrimida como primer argumento de defensa: nos embistió un vehículo, lo cual fue totalmente desmentido por el conductor del otro vehículo con el cual también colisionó. La guardia dispuesta a Joaquín González por parte de la pareja ex presidencial se dio a la tarea de alejarlo del lugar junto con el abanderado en cuestión.

Haciendo gala de irresponsabilidad, insensatez e insensibilidad, Calderón, junto con sus acompañantes se refugiaron en una vivienda y de ahí salieron huyendo sin acercarse a los del otro vehículo, sin preguntar si había heridos, sin hacerse cargo de los daños provocados. Así lo hizo ahora y esa fue su actitud para con el país y los ciudadanos. La relación entre estos personajes encuentra denominador común cuando se perciben las dosis de autoritarismo, de rudeza, de aristocracia como las demostradas en el video ocupante de primeras planas y miles de retransmisiones en diarios y aparatos televisivos. Según argumentó Joaquín González, tal video corresponde a otros tiempos, es de cinco años atrás, lo cual de ninguna manera lo invalida. En primer lugar porque esos tiempos referidos corresponden también a una contienda, a la interna en la cual fue eliminado, de ahí la validez de antes y de ahora ante el retrato de una personalidad temible.

Si los traidores a decapitar de entonces tienen relación con la policía y con su equipo de primer nivel, no hay muchas esperanzas de contar con seguridad y mucho menos con una burocracia efectiva. O ¿habrá quien pretenda apostar el pellejo a cambio de un salario bajo este esquema, el de ser mostrado como traidor ante cualquier inconformidad? Los hechos y el registro de ellos ahí están, en las páginas de los diarios, en la consulta de otras transmisiones, no en respuestas ofensivas utilizadas como defensa y mucho menos en los spots grabados con buena cara y promesas de solución a conflictos desconocidos, ajenos a la existencia.

RECORRIDO EXPRESS

En este contexto, destaca la guerra de lodo entre los primos Yunes en Veracruz: Héctor Yunes Landa, candidato del PRI, PVEM, Panal, y Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN-PRD, a quien se le ha cuestionado el origen de su fortuna, negocios, propiedades en el extranjero y su presunta pederastia. Mientras que al priísta lo acusan de haberse vendido con el cuestionado gobierno de Javier Duarte. Los sondeos más recientes sobre intención del voto no vislumbran un claro ganador, de hecho señalan un empate técnico, con una mínima ventaja para el panista de menos de 3 puntos porcentuales, y en tercer lugar se ubica el candidato de Morena, Cuitláhuac García. Es una carrera parejera, donde el final será de fotografía y la importancia de su resultado estriba en que Veracruz concentra el 7% del padrón electoral.

Tamaulipas sobresale en estas campañas de guerra sucia y saltó al escenario internacional tras el secuestro y cuestionado rescate del futbolista Alan Pulido, delantero del Olympiakos de Grecia. Nadie cree las versiones oficiales. Los candidatos Baltazar Hinojosa Ochoa del PRI-PVEM-Panal, y Francisco Javier Cabeza de Vaca del PAN, cruzaron acusaciones de tener vínculos con el narcotráfico. El PRI incluso presentó denuncias, las cuales se cayeron por presentar pruebas trucadas. También filtró propiedades del panista en México y Estados Unidos cuyo origen no ha sido explicado satisfactoriamente. El proceso electoral en esta entidad se marcó por la sospecha de presiones del crimen organizado hacia algunos candidatos, el contexto de violencia por la disputa del territorio y la inseguridad en todo el territorio estatal. Las encuestas señalan una clara ventaja del abanderado priísta Hinojosa Ochoa de más de 6 puntos porcentuales en la intención del voto sobre el panista García Cabeza de Vaca, por lo cual se espera el PRI obtendría una cómoda ventaja. El candidato de Morena, Héctor Martín Garza González se ubicaría en tercer lugar.

Puebla no la recuperará el PRI. Los panistas presentaron una denuncia contra la candidata priísta, Blanca Alcalá, por presunto enriquecimiento ilícito y operaciones con recursos de procedencia ilícita cuando fue presidenta municipal de la capital poblana (2008-2011). El candidato del PAN, PT, Panal, Pacto Social de Integración y Compromiso por Puebla, Tony Gali, obtendría un cómodo triunfo con más de 9 puntos porcentuales de ventaja sobre la Alcalá Ruiz, del PRI, PVEM y PES, de acuerdo a los últimos sondeos sobre la intención del voto en la entidad. El candidato de Morena, Abraham Quiroz Palacios se ubicaría en tercer lugar.