A punto de venirse abajo el edificio del Comisariado Ejidal de Tuxpan

12 / Agosto / 2016

Redacción/ Tuxpan

Tuxpan.- Se necesita con mera urgencia que el gobierno del estado que preside el señor Licenciado Roberto Sandoval Castañeda, destine recursos economicos para rehabilitar el edificio del Comisariado Ejidal de Tuxpan, que por su antigüedad y la falta de mantenimiento de las pasadas administraciones, amenaza con venirse abajo y causarle la muerte a quienes a diario acuden a ese inmueble a laborar, a solicitar información, asesoria o apoyo para cultivar sus tierras.

Es una verdadera vergüenza que el muniicpio de Tuxpan sea el ejido más grande de todo Mexico en ejidatario con 1209 para ser exactos, los cuales en su gran mayoria viven en la pobreza porque desde hace varias decadas que el gobierno federal dejo de apoyarlos para que puedan hacer producir sus tierras, ademas desde hace años que los productos que cosechan, no tienen precio de garantia y año con año estan a merced de los coyotes quienes son los unicos que ganan.

No cabe duda que le toco al señor Efren Nieves Mora Presidente del Comiariado Ejidal de Tuxpan, una de las etapas mas dificiles, pues será representante de mas de mil ejidatarios, pero debido al nulo apoyo del gobierno federal como a la falta del pago de las cuotas por la pobreza que se vive en este municipio costero, no se ha podido hacer un buen papel que ayude a este importante serctor de nuestra sociedad a que tengan una mejor calidad de vida.

Se necesitan mas apoyos para el campo, mejores precios de garantia, nuevos mercados y sobretodo que todos los niveles de Gobierno hagan un tipo de FOBAPROA para todo el campesinado que se encuentra en cartera vencida, si se pudo con una bola de banqueros y politicos corruptos, porque no lo hacen con este sector que es el mas importante de todo el pais.

Ojala y con esta información, nuestro mandatario Nayarita Roberto Sandoval Castañeda, se sencibilice y gestione recursos para que reparen en su totalidad el edificio de los ejidatarios, antes de que alguien sufra por el eminente deteriodo del inmueble, un lamentable incidente.