Visión Política: Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro exhiben una historia de fracasos del deporte en México

Por Edmundo Virgen

17 / Agosto / 2016

La sequia de medallas de oro, plata y bronce, por parte de la delegación de deportistas mexicanos que participan en los juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016, ha impedido que el presidente de la república ENRIQUE PEÑA NIETO, externe su tradicional felicitación a los deportistas triunfadores en las distintas disciplinas.

Debido a esto, el mandatario se ha concretado a ser testigo fiel del cumulo de derrotas que ha acompañado a los integrantes de la delegación mexicana que tienen que proveerse de un sólido caparazón para aguantar a los millones de críticos que en todo el país reprueban su accionar en esta justa deportiva. Pero definitivamente los menos culpables del Fracaso Olímpico son los deportistas, ya que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), institución responsable de desarrollar e implantar políticas de estado que fomenten la incorporación masiva de la población a actividades físicas, recreativas y deportivas que fortalezcan su desarrollo, actualmente recibe un presupuesto algo así como de 8 mil millones de pesos, recursos que no le son suficientes para que trabaje con efectividad y arroje buenos resultados ya que para empezar, gran parte de este presupuesto se derrocha en sueldos de todo un ejército de empleados de confianza, en tanto que para la promoción del deporte se destina una migaja y solo algunos deportistas considerados estrellas reciben buenos ingresos pero la gran mayoría son enviados a competir con camisetas y tenis rotos, eso se ha visto en Brasil.

Aparte de que la CONADE es pesimamente dirigida por ALFREDO CASTILLO CERVANTES, un policía ex comisionado de seguridad en MICHOACAN, ex procurador de justicia del Estado de México y ex titular de la Agencia Federal de Investigación, quien para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro se hizo acompañar de su novia que acudió con todos los gastos pagados por cuenta de la CONADE, transporte vía aérea, comida y hoteles, en tanto que hubo deportistas que duermen en las banquetas de calles de Rio de Janeiro por que no les pagaron los cuartos de hotel y se la llevan causando lastimas, viviendo de la caridad humana. Con estos datos, se puede deducir con toda objetividad una buena parte del origen del fracaso de los deportistas mexicanos en los Juegos Olímpicos, algo que no es nuevo, ya que su participación histórica data desde los juegos Olímpicos de Paris, en el año 1900 y a la fecha ha cosechado 62 medallas de las cuales 13 son de oro, mientras que naciones como Cuba con menos presupuesto ha ganado 209 medallas, de las cuales 72 son de oro, la isla de Jamaica cuya participación en juegos olímpicos se remonta al año 1948 ha ganado 67 medallas, 17 son de oro y si le seguimos encontramos a naciones más pobres que son verdaderas potencias en el deporte olímpico y sin invertir tanto dinero.

Pero en contra parte, el hecho de que países desarrollados sean grandes ganadores de medallas no se debe a que destinen más recursos a la promoción del deporte, ya que de acuerdo a datos del Comité Olímpico Mexicano, naciones como CANADA ofrecen un promedio de 1500 dólares mensuales a sus deportistas, equivalente a unos 342 mil pesos anuales, mismos que en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro ya han puesto en el medallero al país de la Hoja de Maple, mientras que en México, deportistas que reciben tres y hasta seis veces más dinero no clasifican ni a las finales, como el gimnasta Daniel Corral que recibió una beca anual por 1 millón 200 mil pesos y la arquera Aida Román con 2 millones 200 mil pesos. Un país como COLOMBIA con una inversión en apoyo al deporte cercana a los 180 millones de dólares, actualmente sus deportistas han ganado dos medallas de oro. Mientras que México con un presupuesto en el 2016 por el orden de los 422 millones de dólares sigue sin aparecer en el medallero, esa es a grandes rasgos la cruel realidad.