NAYARIT PLURAL: EL ALICA, DE LOS POCOS BARES DEL TEPIC ANTIGUO

Por Fernando Gutiérrez Meza

14 / Septiembre / 2016

Todavía quedan algunos bares del Tepic antiguo, cuando las calles eran empedradas, los hombres andaban a caballo o en bicicleta, las familias se conocían y saludaban, existían los valores, la moral y la comunicación entre los vecinos, y comenzaban a verse las corridas del transporte urbano, pudieran sumar tres de ese tipo de centros de reunión que existen todavía, en que los parroquianos de esa época convivían y alegraban sus penas, se tiene El Pitas, lugar que funciona en León y Zaragoza, el Ferrocarril en Abasolo casi esquina con Durango y el Bar Alica, localizada a un costado del hotel de ese mismo nombre, en pleno corazón de la capital nayarita.

En la actualidad hay decenas de cantinas, botaneros y puntos de diversión para chicos, grandes o de género diferente, o como se dice, hay para todos los gustos, pero también los tradicionales que están a cargo de las nuevas generaciones, los hijos o nietos que han logrado sostener esos negocios, ejemplo el tradicional Bar Álica, en donde don Jesús Muro Rodríguez (qpd), inició sus pininos como cantinero, al paso de los años e inquieto y con ganas de salir adelante, trato con su entonces dueño y adquirió el establecimiento a pagos, para luego hacerse propietario.

Como cualquier comerciante, don Jesús, oriundo de Tepic, inició desde abajo y al paso del tiempo construyó su patrimonio, en que se contempla el Bar Alica, que cumplió 63 años de funcionamiento, y seguro van por más, plática su hijo Carlos Muro Martínez, quien actualmente se encuentra a cargo del emblemático negocio de Tepic, que a lo largo de los años ha logrado sostener una bien ganada y mejor tratada clientela, que lo mismo llegan por la mañana a curarse la resaca de un día antes o degustar de unas heladas al medio día.

Por este lugar han pasado dirigentes sociales, doctores, ingenieros, abogados, uno que otro político, artistas como el Cochiloco, el tal Cossío de la película El infierno o periodistas como Manuel Lepe, David Rentería, José González Reyna, Brígido Ramírez Guillén, Francisco Ocampo Mondragón, Pedro Pulido Alegría o Eduardo García Bañuelos, unos se nos adelantaron en el camino sin retorno y otros todavía están entre nosotros.

Precisamente, para festejar los primeros 63 años del Bar Álica, el actual dueño Carlos Muro Martínez, tuvo a bien organizar una comida con un grupo de periodistas convocados por el cronista y comunicador Bernardo Macías Mora, conocido como el Venado, en donde el empresario nos compartió algunos anécdotas de su padre, como aquella de los Óvalos, para expresar cuando llegaba al negocio que el invita la ronda a todos los que estaban tomando y lo que fuera.

Explica, Carlos que su padre don Chuy sabía hacer amigos, no solo en el negocio, también por fuera, siempre fue un hombre de trabajo que les inculcó esa manera de ser, pero claro, para los hijos o nietos el esfuerzo es menos, les corresponde cuidar más, pues en el derroche las herencias se acaban.

Como buen anfitrión y gente sociable, Carlos, el dueño del Bar Álica, convivió con el cronista Venadito y el grupo de periodistas presentes, quienes degustamos de un sabroso ceviche picoso, una cazuelada de camarones estilo Pozo de Ibarra, en que el chef se lució nos dio parte de la receta, consistente en mantequilla, cerveza, chile, ajo, vino tinto y otros ingredientes, la verdad estuvieron deliciosos; claro, eso sin faltar unas escarchadas aguas ambarinas.

La convivencia que no borrachera, fue agradable y conocimos al futuro dueño del Bar Alíca, el joven Jesús Muro Rodríguez, quien lleva el mismo nombre y por coincidencia de la vida, los mismos apellidos que su abuelo, el segundo dueño de ese punto de reunión de parroquianos del ayer, hoy y mañana; dicen que recordar es vivir, y al observar los cuadros del Tepic antiguo llegó la nostalgia y nos pasaron por la mente aquellos buenos momentos con los amigos Paco Ocampo, Enrique Vargas o César Adán Rentería.

Los parroquianos asiduos al negocio en comento, también aprovecharon la ocasión para degustar una probadita de los camarones estilo Pozo de Ibarra, del mero municipio de Santiago Ixcuintla.