El SUTSEM-Águeda-Roberto: la derrota que nadie quiere cargar

* El Tribunal de Conciliación se desmarca del anuncio del gobernador y ratifica negar la toma de nota al sindicato.

27 / Septiembre / 2016

Por Oscar Verdín Camacho

A partir de diciembre del 2014 en que la dirigencia del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SUSTSEM) solicitó la toma de nota ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCA), se presentaron numerosas oportunidades para generar escenarios en los que, si se hubiera querido resolver el asunto por la vía política, no habría ganadores ni perdedores.

Pero no lo hicieron.

Y ahora, cerca de dos años después, nadie quiere cargar con una derrota.

Enfrentados la líder sindical Águeda Galicia Jiménez y el gobernador Roberto Sandoval Castañeda, el caso se fue a los tribunales para convertirse en una película que parece no tener fin.

Y en esta historia hay instancias que están por ahí, calladitas: por ejemplo, cuando iniciaba el pleito la Sala Constitucional- Electoral del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) otorgó una suspensión a favor de algunos trabajadores sindicalizados para que el TCA detuviera la toma de nota, hasta en tanto resolvía la controversia.

Y fue hasta noviembre del 2015 en que se conoció públicamente que la Sala Constitucional sobreseía el juicio, lo que daba materia para que los quejosos presentaran un amparo.

¿La Sala se prestó?. ¿Jugó un papel de hacer pantalla nada más para entretener el asunto?.

Otro aspecto a citar es si el SUTSEM cometió un error jurídico al dejarse enganchar con la demanda ventilada en la Sala Constitucional. Y es que fue hasta enero del 2016 -¡13 meses después de la solicitud de toma de nota!- en que el sindicato finalmente presentó el número de amparo 7/2016 ante el Juzgado Segundo de Distrito de Amparo Civil y Administrativo, que ahora lo acerca a la citada toma.

En las últimas semanas, el asunto fue achicándose.

Un seguimiento de este reportero documentó los apercibimientos del juzgado federal al Tribunal de Conciliación para que cumpliera la sentencia de amparo, frente a lo cual, en una evidente maniobra de desmarque, el Gobierno del Estado empezó a preparar la retirada.

Aquí se explicó que cuando el 15 de septiembre el SUTSEM aceptó retirar el plantón frente a Palacio de Gobierno para evitar riesgos durante los festejos por aniversario de la Independencia, y fue anunciada la apertura de una mesa de diálogo, en realidad se debía a que unos días antes el Juzgado de Distrito resolvió que el TCA había dado cumplimiento defectuoso de la sentencia, generando un fuerte apretón.

Y más:

Para el jueves 22, el juzgado publicó un acuerdo mediante el cual, se conoce, impuso una multa por el orden de 140 mil pesos, divididos en cuatro funcionarios del TCA, y lo requirió nuevamente para que cumpliera con la sentencia.

Así, más y más cerradas las posibilidades para prolongar la toma de nota, reapareció el gobernador Sandoval Castañeda el viernes 23 para anunciar que le damos el voto de confianza al SUTSEM, por el bien de los trabajadores y sus familias nayaritas.

De esa forma, ante la opinión pública Roberto Sandoval no aceptaría la derrota. Al contrario, se presentaba como el salvador, pero exhibiendo al Tribunal de Conciliación y Arbitraje puesto que es éste, y no el gobernador, a quien compete entregar la toma de nota.

Pero cuando parecía que esa telenovela llegaba a su fin, el TCA se desmarcó del anuncio de Sandoval y resolvió este lunes 26 negar la referida toma, argumentando que sí hubo irregularidades en la convocatoria para elegir al comité directivo del SUTSEM y en el acta de asamblea el día de la elección.

A sabiendas de que el Juzgado de Distrito puede argumentar una inejecución de sentencia y dar vista a un Tribunal Colegiado, Conciliación y Arbitraje defiende que se ha ajustado a la sentencia de amparo y, en todo caso, le solicita al juez que precise los efectos de la resolución.

Y la respuesta a ello seguramente se conocerá esta semana.

Por lo demás, lo que pareciera un triunfo de Águeda Galicia también debería motivar una reflexión de que algo anda mal en el SUTSEM. No son pocos trabajadores los que han emigrado a otros sindicatos, y si bien podría argumentarse que se debe al gancho lanzado desde el Gobierno del Estado, también se percibe el hartazgo de muchos por la permanencia de Galicia y de un grupo de incondicionales que desde hace años gozan de jugosas compensaciones y que han accedido a los niveles más altos de categorización, contrario al grueso de sindicalizados que no pasan de los niveles dos o tres.

Y así, esta historia continuará.

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