Hora Cero

Arturo J. Soriano

26 / Enero / 2017

Retorno a mi vieja afición de aporrear teclas. Por supuesto sin la finalidad de querer cambiar el mundo. Mucho menos, la de influir en aquellos que ya quemaron sus naves y van en pos de la conquista de sus muy respetables sueños. No exentos de ambiciones personales o de grupo, los más de ellos, pero ¿Qué haríamos los humanos sin el resorte de la ambición?

Lo censurable en los ambiciosos, es que una vez llegados al sitio de sus ambiciones, olvidan que tras de sí, dejaron una verdadera marejada de esperanzas, expectativas y ambiciones de mejorar en status de aquellos que fueron sus leales seguidores.

Esta manera de arribar a la concreción de las aspiraciones políticas personales, es lo que nos ha llevado al hartazgo a los mexicanos. De un lado una pandilla de pillos y pillas que escudados en un infundado fuero, trienio tras trienio y sexenio tras sexenio, han depredado a su antojo los dineros públicos con absoluto cinismo e impunidad, y lo que es peor, dejando ejemplo de su conducta criminal e impune, a quienes los sucedan en el cargo. Quienes, sabedores de que no hay castigo a los latrocinios cometidos desde el poder, procuran superar en rapacidad a sus antecesores.

Para Nayarit ha sonado la Hora Cero. Cumpliéndose el adagio de que: a cada capillita se le llega su función.

A los nombres de Manuel Cota Jiménez, debemos sumarle los de Miguel Ángel Navarro Quintero, Raúl Mejía, Antonio Echevarría García y hasta el del ineficiente alcalde tepicense Leopoldo Domínguez González, cuyo paso por la alcaldía capitalina fue un verdadero desastre.

Aparte del voto duro que pueda tener el priísta Cota Jiménez, hay que sumarle más de 30 años de experiencia en los asuntos electorales tanto de su partido, como de sus candidaturas; en las que ha revertido resultados adversos para alzarse con triunfos contundentes: como fue el caso de su incursión como candidato a diputado federal por Santiago Ixcuintla, a donde fue enviado con todas las intenciones de que perdiera; y sin embargo se alzó con un triunfo rotundo sobre sus adversarios,

Miguel Ángel Navarro es un veterano en las derrotas, mesmamente igual que su padrino el Peje. Raulito Mejía, siempre ha nadado de muertito y siempre cosechó lo que sus contactos nacionales pudieron echarle a su costal.

Antonio Echevarría García, es la incógnita a despejar. No olvidemos que a pesar de su inexperiencia política, suma los capitales políticos del toñismo que en base a ellos ganó la gubernatura nayarita para el período 2003-2009, y los propios que suma Martha Elena García, que la han llevado a las Cámaras de Diputados y al Senado del Congreso de la Unión.

Y por si esto fuera poco, los nayaritas estamos hasta la coronilla de tanta rapiña, de tanto cinismo, de tanta impunidad a los depredadores sexenales y trienales, y a ello sumémosle la irritación popular del reciente gasolinazo, la falta de pagos a la burocracia, las obras megacostosas e ineficientes y paremos de seguirporque en la Hora Cero, la luz del día aún no se disipa, ni las sombras de la noche reinan por completo. Estaremos pendientes del amanecer.