Aguamilpa y abigeos mantienen contra el paredón a los ganaderos de la región santiaguense

05 / Junio / 2017

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- Ganaderos de la región toman sus providencias luego que los técnicos de la presa de Aguamilpa, han soltado grandes volúmenes de agua río abajo, poniendo en peligro cientos de cabezas de ganado, que en estos tiempos de estiaje pastan a lo largo y ancho de la Riviera del otrora caudaloso río Santiago.

El personal administrativo de la presa de Aguamilpa, sin dar aviso siquiera abre las cortinas de la obra hidroeléctrica sin siquiera tomar en cuenta a las autoridades y líderes que habitan río abajo, es por lo anterior que no pocas veces se han ahogado decenas de reses, sin que la paraestatal se digne en indemnizar a las personas afectadas, y es que para estos empleados de pedigrí les vale madre la suerte que corran los ganaderos y agricultores cuando ni siquiera toman en cuenta las asociaciones ganaderas para que tomen providencias a la hora que sueltan los cientos y cientos de metros cúbicos de agua.

El robo de ganado, así como la indolencia de los perfumados trabajadores de la CFE, empresa disque de clase mundial, diezman grandemente la economía de los ganaderos sin que nadie se haga responsables, primero porque las personas que se dedican al abigeo -robo de ganado- se dan el lujo de ir a amedrentar a los ganaderos que se han visto afectados en caso de que pongan una denuncia en su contra, luego que el presidente de la ganadera de Acaponetilla, dijo alguna vez al que esto escribe que a él de un potrero de su propiedad en tan solo una noche le habían matado 6 vaquillas y que ahí mismo las destazaron, dejándole como desagradable recuerdo el menudo las patas y el cuero, además de la cabeza, y es que los animales luego de ser sacrificados y destazados su carne fue vendida entre abarroteros sin escrúpulos, que a sabiendas que el ganado sacrificado es mal habido, no vacilan en comprar las vaquillas enteras, claro a un precio menor al que lo compran a los tablajeros. A mí me dijeron -citó el agraviado cuya identidad me reservo- que si me atrevía a denunciarlos tomarían represalias en contra de mi persona y de mi familia, por eso con todo el dolor de mi corazón no denuncie los hechos. Por todo lo anterior los empleados de la presa de Aguamilpa, y los abigeos, tienen contra el paredón a los ganaderos de la región.