NAYARIT: POBREZA Y MARGINACIÓN

Por Juan Aguirre Chávez

29 / Junio / 2018

La información del INEGI indica que Nayarit ocupa el 1.42% del territorio nacional y que al año 2010 representaba el 0.97% de la población del país; también nos muestra que en relación al Producto Interno Bruto (PIB) al 2014 abarcaba el 0.66% del nacional y para el 2016 significó el 0.69%, solo por arriba de Colima y Tlaxcala que son los que menos aportan al PIB de la República Mexicana.

Muy a pesar del valioso potencial en recursos naturales con que cuenta nuestra entidad (que ya los quisieran naciones como Japón, Israel y otras más), así como a la infraestructura económica y social que posee, aunado a sus instituciones sobre todo de educación superior, el pueblo nayarita con sus gobernantes a la cabeza, no hemos sido capaces de lograr un avance sustancial que saque a la entidad del marasmo económico y social en que se encuentra. Entre tantas cosas para lograrlo, se requiere de una intensa promoción, visión, audacia y sentido común, para atraer y hacer posible inversiones para la generación de fuentes productivas y de empleo con salarios dignos que alimenten el circulo virtuoso de la economía, que lleve a mejorar el consumo de las personas, incluyendo al ahorro base fundamental para la inversión; igualmente es necesario que elevemos nuestra productividad en las diversas actividades del quehacer económico, y, que se logre por lo menos disminuir el grave problema del alcoholismo y la drogadicción que no sólo afectan la salud de la población sino que además representan un gasto inútil y gravoso para la economía de las familias y de las personas en lo particular.

En el marco descrito, son primordiales los apoyos y estímulos a la inversión con base en nuestras leyes brinden los gobiernos del Estado y de los municipios a las personas físicas y morales de Nayarit y de otras latitudes para que se generen fuentes de trabajo, como también lo es la aplicación de tecnologías más avanzadas en los procesos productivos especialmente en las actividades del sector primario para lograr elevar rendimientos y calidad de lo producido que nos permita ser competitivos en las áreas necesarias; en cuanto al alcoholismo y la drogadicción, se precisa de una empeñosa labor del gobierno mediante las acciones pertinentes para erradicar o por lo menos reducir estos males, a lo que debe sumarse la participación de los padres de familia. En tanto no se logre lo anterior, continuará en la pobreza una gran parte de los habitantes de la entidad.

En relación con la POBREZA, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) la subdivide en POBREZA EXTREMA y POBREZA MODERADA; señala que una persona se encuentra en situación de POBREZA cuando tiene al menos una carencia social dentro de los seis indicadores siguientes: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la información, y, que el ingreso de ese individuo sea insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias; igualmente establece que una persona se encuentra en situación de POBREZA EXTREMA cuando tiene tres o más carencias sociales, de las seis posibles señaladas anteriormente, que además, esté por debajo de la línea de bienestar mínimo que es la que equivale al costo de la canasta alimentaria suficiente para tener una nutrición adecuada; las personas que se encuentran en pobreza extrema disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias; respecto a la POBREZA MODERADA, indica que es aquella persona que siendo pobre, no es pobre extrema; la pobreza moderada es igual o es la resultante de la diferencia entre población en pobreza, menos la población en pobreza extrema.

El CONEVAL para sus cálculos utiliza la información oficial del INEGI y de acuerdo a su información, en el año 2010 de 1,089,174 habitantes que tenía Nayarit, 449,981 o sea el 41.3%, se encontraban en situación de pobreza; de esa cantidad, 89,181 individuos o sea el 8.2% de la población total del estado, estaban en situación de pobreza extrema; por lo que la diferencia que es de 360,800 personas que significan el 33.1% del total de la población de la entidad, corresponde a población con pobreza moderada, lo cual no significa que la mayor parte de la población faltante viviera en la bonanza, ella comprendería a la clase media que se esfuerza por salir adelante, y en un bajo porcentaje a la de altos ingresos. Al año antes referido, los municipios con mayor porcentaje de población en pobreza de Nayarit fueron: El Nayar con el 91.6% de su población, La Yesca con el 90.1%, Huajicori con el 86.9%, Ruiz con el 72.9% y jala con el 67.8%. Por otra parte, los municipios con menor porcentaje de población en pobreza fueron Tepic 20.6%, Xalisco 37.0%, Bahía de Banderas 37.6%, Ahuacatlán 37.9% y Amatlán de Cañas 39.1%.

Para 2014 los cálculos del CONEVAL reflejan que en Nayarit el porcentaje de la población en pobreza respecto al 2010 disminuyó del 41.3% al 40.5%, pero el de pobreza extrema subió del 8.2% al 8.5%; el mismo organismo estima que para el año 2016 el porcentaje de población en situación de pobreza bajó al 37.5%, inferior a la media nacional que fue del 43.6%. Los porcentajes aquí vertidos, no significan que en Nayarit la población que no está considerada como en situación de pobreza, vivan en la bonanza, basta con visitar las colonias populares de la ciudad de Tepic, Santiago u otras localidades del medio urbano, así como a las poblaciones del medio rural, para apreciar las condiciones paupérrimas en que vive gran parte de los habitantes de Nayarit.

Continuará

Como información adicional en el tema de la pobreza, procede destacar que a mediados del año 2015, de acuerdo con las proyecciones de la población del 2010 al 2030 efectuadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), se calculó que Nayarit tenía 1,223,797 habitantes. Por su parte en el apartado 10 del Anuario Estadístico y Geográfico de Nayarit 2015 publicado por el INEGI, se anota que la población de 15 años y más según condición de actividad económica en el trimestre de abril a junio del 2015, fue de población económicamente activa (PEA) la cantidad de 881,890 personas, de las que se encontraban ocupadas 539,679 o sea el 61.20% y desocupadas 32,073 equivalente al 3.64%; el resto corresponde a la población no económicamente activa siendo de 310,138 individuos equivalente al 35.16% que abarca a estudiantes, amas de casa, pensionados, jubilados, entre otros.

En relación con el párrafo anterior, las 539,679 personas ocupadas, corresponden al 44.1% del total de la población de Nayarit a mediados del 2015 que fue como ya se anotó de 1,223,797 habitantes; de esta última cantidad, 38,564 individuos equivalentes al 3.15% no percibían ingresos; 354,906, o sea el 29.0%, captaban desde hasta un salario mínimo (ese año fue de $ 66.45) y hasta 3 salarios mínimos, insuficientes para atender satisfactoriamente las necesidades de una familia (el resto de la población ocupada tenía ingresos de más de 3 salarios mínimos y una cantidad reducida no lo especificó); si a esta información agregamos a los 32,073 desocupados que significan el 2.62%, más la población subocupada por condición de búsqueda de trabajo adicional que fue de 69,150 individuos que representan el 5.65%, entonces tenemos que sumando todos estos porcentajes que nos dan el 40.42% de la población total del Estado al 2015, vivían en condiciones paupérimas; este porcentaje es más o menos similar a los referidos a la pobreza estimados por el CONEVAL.

Otro indicador importante que tiene que ver con la pobreza y el grado de bienestar socioeconómico, es el referente a la MARGINACIÓN, a la cual el CONAPO asocia con la carencia de oportunidades sociales y a la ausencia de capacidades para adquirirlas o generarlas, pero también a privaciones e inaccesibilidad a bienes y servicios fundamentales para el bienestar. En consecuencia las comunidades marginadas enfrentan escenarios de elevada vulnerabilidad social cuya mitigación escapa del control personal o familiarpor tanto..la intervención del estado para combatir la marginación es indispensable, ya que es la instancia que debe regular el modo de producción, fomentar las actividades económicas, procurar el bienestar de la población y de las localidades, así como incorporar al desarrollo a los sectores de la población o regiones que por sus condiciones y carencias no participan de los beneficios de la dinámica económica ni de su bienestar.

Los indicadores que sirven de base para medir el índice de marginación son los siguientes: En materia educativa, el porcentaje de población de 15 años o más analfabeta y de la que no terminó la primaria; en materia de vivienda, los porcentajes de ocupantes en vivienda sin drenaje ni excusado, sin energía eléctrica, sin agua entubada, con algún nivel de hacinamiento, y, con piso de tierra; en materia de distribución de la población, el porcentaje de población en localidades con menos de 5,000 habitantes; y, en materia de ingresos, el porcentaje de población de hasta dos salarios mínimos.

A nivel nacional al 2010 de Acuerdo a las estimaciones del CONAPO con base en datos del INEGI del Censo de ese año, a Nayarit se le consideró con un grado medio de marginación, ocupando de más a menos el 12º lugar (20 entidades federativas tenían menor marginación), con un índice de marginación del 0 al 100, de 37.28. Los estados con mayor grado de marginación (muy alto) fueron, en primer lugar Guerrero, luego Chiapas y enseguida Oaxaca, que paradójicamente cuentan con abundantes recursos naturales que sin embargo abarcan una región caracterizada por sus frecuentes disturbios sociales. Las entidades con grado de marginación muy bajo fueron el Distrito Federal actual Ciudad de México, Nuevo León, Baja California y Coahuila.

En el Estado de Nayarit, los municipios con grado de marginación muy alto son en primer lugar, El Nayar (que además ocupa el cuarto lugar a nivel nacional), en segundo lugar, La Yesca y en tercer lugar Huajicori, los tres, son los municipios serranos de la zona indígena con recursos naturales no despreciables; los municipios con grado de marginación muy bajo son Tepic, Xalisco, Bahía de Banderas e Ixtlán del Rio; los considerados con un grado bajo de marginación, son Ahuacatlán, Compostela, Tuxpan, San Pedro Lagunillas, San Blas; los faltantes que son Acaponeta, Tecuala, Amatlán de Cañas, Santiago Ixcuintla, Ruiz, Santa María del Oro, Jala y Rosamorada, tienen un nivel medio de marginación.

Sirva lo anterior para tomar en cuenta que a la luz de la información oficial y de otras consideraciones, la situación socioeconómica de Nayarit no puede dejarnos satisfechos; falta mucho por hacer, y en ese sentido, es de estimarse, que debemos asumir la responsabilidad que nos atañe en lo individual y como parte de la colectividad de la que formamos parte, asumiendo el gobierno del Estado y de los municipios la responsabilidad que les corresponde, para salir adelante en la senda del progreso y el bienestar.